Cali, enero 22 de 2025. Actualizado: miércoles, enero 22, 2025 00:49

Jersson González

Colombia, cuna de técnicos extranjeros

Jersson González

El fútbol colombiano vive una realidad que nos invita a reflexionar. Mientras a los técnicos nacionales se nos exigen licencias, certificaciones y resultados inmediatos, a los entrenadores extranjeros se les abren las puertas con mucha más facilidad. Pareciera que hablar con acento extranjero es una ventaja profesional en Colombia, como si eso garantizara mejores resultados en la cancha.

No se trata de desmeritar a los técnicos de afuera. Muchos llegan con ideas valiosas y trayectorias respetables. Pero también es cierto que es momento de mirar hacia adentro, hacia los técnicos colombianos que conocen de primera mano la mentalidad, la cultura y la idiosincrasia de nuestros jugadores.

Aquí es donde surge una confusión que nos afecta: la diferencia entre disciplina y maltrato. Exigir compromiso, esfuerzo y responsabilidad no es maltratar.

Es formar. Y los técnicos colombianos sabemos cómo trabajar la disciplina desde el respeto, porque entendemos al jugador colombiano, su entorno y sus retos.

Lo preocupante es que nos discriminamos entre nosotros mismos. Los clubes y directivos suelen valorar más a los entrenadores extranjeros, mientras subestiman la preparación y la experiencia de los técnicos nacionales. Esto limita el crecimiento de quienes hemos dedicado años a prepararnos para liderar proyectos deportivos con seriedad.

¿Y qué pasa con los jóvenes entrenadores que no tienen renombre? ¿Con los que están en proceso de formación? ¿Con los que, como yo en su momento, obtuvimos todas las licencias y aún así nos dijeron que “había que esperar”? Potenciar el talento colombiano no significa cerrarle la puerta a lo internacional, sino equilibrar las oportunidades.

Los jugadores también deben reconocer el valor del conocimiento local. Nadie entiende mejor al futbolista colombiano que quien ha compartido sus mismas raíces y ha vivido sus mismos desafíos.

No se trata de rechazar a los técnicos extranjeros, sino de reconocer que en Colombia hay capacidad, talento y experiencia suficiente para liderar proyectos exitosos. Es hora de romper con esa idea de que nadie es profeta en su tierra y empezar a creer en lo nuestro.

El fútbol colombiano tiene todo para crecer, pero para lograrlo debemos abrir espacio a quienes llevamos años entendiendo este deporte desde sus raíces.

Y es precisamente por esa falta de oportunidades que muchos técnicos nacionales hemos tenido que mirar hacia otros horizontes, llevando nuestro conocimiento y experiencia a países donde sí valoran lo que podemos aportar. Porque si nosotros mismos no valoramos lo nuestro, ¿Quién lo hará?

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martes 21 de enero, 2025
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