Cali, agosto 15 de 2024. Actualizado: miércoles, agosto 14, 2024 22:05

Víctor Manuel García

Colombia, muy lejos del Olimpo

Víctor Manuel García

En París se está celebrando la más grande muestra del deporte a nivel mundial, los Juegos Olímpicos, unas justas en las cuales más que medallas y las recompensas por el esfuerzo individual o colectivo de los deportistas, se juega en un “segundo plano” pero no en menor grado de importancia, el prestigio de los países en términos deportivos, pero también de alguna forma geopolíticos.

Es que los Juegos Olímpicos y el deporte en general son una gran vitrina para los países participantes, pues a través de esto se logran poner en el “radar” en muchos casos y en otros refuerzan la idea de ser potencias inalcanzables que juegan, en todo el sentido de la palabra y en todos los ámbitos del planeta, un papel protagónico y principal.

No es por nada que el medallero histórico de los juegos, esté comandada por las grandes potencias económicas y políticas del mundo y que en tiempos de la guerra fría, se convirtió en uno de los “campos” donde medían fuerza las dos superpotencias predominantes en ese entonces: Estados Unidos y la Unión Soviética.

Hoy 34 años después, debería haber cambiado un poco el panorama, sin embargo y después de más de dos décadas de un claro dominio estadounidense en las justas, parece que hay países que comienzan a recortar distancia, especialmente China.

Sin embargo y como herencia de esa época marcada por la guerra fría hay países como Cuba que han mantenido esos niveles competitivos en diferentes disciplinas, que les han permitido mantenerse en el “radar” del deporte mundial, de hecho, es por lejos el país latinoamericano que más medallas de oro ha ganado históricamente.

Los resultados de los Juegos Olímpicos son la muestra de la capacidad de los países de llevar a cabo esfuerzos sistémicos y de impulsar políticas de Estado que tengan continuidad para buscar resultados en el tiempo, aún más teniendo en cuenta que el deporte en muchas ocasiones ha demostrado ser una forma eficaz para hacer diplomacia.

Por eso no sorprende que Colombia no tenga resultados continuos en estas contiendas deportivas, es más, algunos periodistas deportivos se han atrevido a decir que la mentalidad del deportista colombiano no está a la altura de este tipo de competiciones y que al igual que en el fútbol, se tiende a tener una gran expectativa, pero el tema mental es una barrera casi infranqueable para los colombianos.

Puede que haya algo de razón en ese planteamiento, pero tal vez no es culpa de los deportistas, sino del Estado que no brinda el suficiente acompañamiento psicosocial a los potenciales competidores desde una edad temprana y no el último año, tal como reclamó el ciclista Fernando Gaviria.

Porque además de no contar con las suficientes herramientas o infraestructura para llevar a cabo entrenamientos de alto nivel, pues la mayoría de esta infraestructura se concentra en tres ciudades, excluyendo a regiones enteras del país, los deportistas colombianos no tienen la posibilidad de contar con ese acompañamiento psicológico que permita un mejor progreso en lo deportivo y mucho menos con un verdadero apoyo económico por parte del Estado que les permita dedicarse a esta que también es una profesión.

Esto es una muestra de lo que es Colombia, que hay que decirlo, en el gobierno de Juan Manuel Santos se recogieron importantes frutos, no solo por una “camada” muy interesantes de deportistas, sino porque en ese gobierno se entendió que el deporte también es una forma de posicionar e internacionalizar el país, sin embargo, lastimosamente, el gobierno de Iván Duque y ahora Gustavo Petro no le dieron continuidad a algunas de estas políticas que dieron en su momento resultado.

Es esta falta de continuidad por falta de visión y de voluntad que poco a poco han vuelto a alejar a Colombia del anhelado Olimpo.

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viernes 9 de agosto, 2024
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