Cali, agosto 31 de 2024. Actualizado: sábado, agosto 31, 2024 09:55

Hugo E. Gamboa Cabrera

Decrecimiento ideológico

Hugo E. Gamboa Cabrera

Es indudable que la frase aquella de Irene Vélez, exministra de minas y petróleos, cuando tomó posesión del cargo, sobre “el decrecimiento de Colombia para nivelar a todos y equilibrar el desnivel social”, ha ido tomando forma paulatinamente, en el gobierno nacional. Algo parecido sucedió cuando el señor Petro llegó a la alcaldía de Bogotá, la cual, entre muchas cosas, casi termina pauperizada.

Ejemplos muchos pero veamos algunos: El reciente desabastecimiento de combustible para aviones. Mientras el presidente twitteaba que eso no era cierto, el señor Roa, premiado con la presidencia de Ecopetrol, hablaba de que “ya había contratado 100 mil barriles con EE.UU.

para medio solucionar semejante entuerto.” A quién creerle. Ya eso es normal en el actual período presidencial. Culparon a todo el mundo pero sin autocrítica. Amenazan con una nueva reforma tributaria para elevar impuestos pero dicen que no. Lo cierto es que decrecerán muchas cosas, la más sensible: la canasta familiar. Dicen que es que para tapar un hueco fiscal de doce billones pero, la congresista Catherine Juvinao asegura que el gobierno cuenta con muchísimo dinero y que, posiblemente, “lo están reservando para la campaña del 2026”.

Petro amenazó con “tomarse los ahorros de los colombianos para realizar inversiones forzosas” pero, los bancos le salieron al paso ofreciendo 50 billones para ese propósito y evitar así, inteligentemente, el desastre del sistema financiero de Colombia, como sucedió en Argentina y Venezuela.

Está acabando con el gran negocio del petróleo, el gas y el carbón, confundiendo al público con el calentamiento global, cuando el real propósito es menoscabar la economía del país para obligar, por ideología, a que todo el mundo, menos los ricos, a los que la izquierda no quiere, vivan de los subsidios que el Estado brinda para “amarrar” la lealtad electoral de la gente.

A propósito, esa retórica contra quienes fomentan empresas para generar empleo, es un gran daño para quienes viven de un sueldo y demás prestaciones.

Si desaparecen los empresarios y los inversionistas privados, el caos social y económico, sería desastroso, como ocurre en países socialistas, progres o izquierdistas.

Lo único cierto es que todavía faltan dos años de gobierno y, la incertidumbre y la desconfianza rondan en gran parte del país, sobre todo cuando tratan de imponer la modalidad de “teoría de la conspiración” para tapar la mediocridad de tanto activista en el gobierno.

Comments

viernes 30 de agosto, 2024
ads_top
Powered by Sindyk Content
Arriba