¿Defensa ecológica farisaica?

Carlos Cuervo

Vivimos en una época en la cual la protección a la ecología es una moda o es la respuesta a intereses personales y activismos pasajeros para lucir actual.

Para muchos el cuidado y respeto por Gea atañe al comportamiento políticamente correcto y la aceptación social, mas no a una filosofía de vida.

La disertación medioambiental también se convirtió en asunto de discursos demagógicos en donde los políticos conocedores de la tendencia de protección al hábitat anuncian la creación de leyes y acciones que no se cumplen eficazmente.

Ejemplo Hidroituango, en donde la violación a las consultas y la desobediencia a normas medioambientales han generado los problemas actuales.

En Cali, a partir de la oposición de algunos sectores residenciales porque en sus entornos se proyectaron o se construyen obras las cuales afectarían la calidad del hábitat, resurgió el activismo por la protección ecológica.

Pero estoy convencido si acaso un 20% de quienes participan en las demostraciones de oposición a los planes de Metrocali o de la Alcaldía, lo han hecho con convicción.

El resto de los que se han pronunciado por proteger los humedales son oportunistas, ¿si sabrán al menos que tenemos siete ríos y que todos llevan cargas contaminantes producto de la depredación humana?

Como esta semana está dedicada a los siete ríos, quisiera conocer si los activistas y vecinos de los condominios afectados en Ciudad Jardín y Valle de Lily tienen propuestas y soluciones para cuidar los ríos y su lugar de origen, el parque Farallones.

Así sabríamos si realmente son cuidadores medio ambientales o solo fariseos de activismos pasajeros, quienes protegen su tranquilidad.