Cali, mayo 18 de 2024. Actualizado: viernes, mayo 17, 2024 23:42

Rodrigo F. Chois

Egoísmo vs. pasión

Rodrigo F. Chois

Si deseas estudiar economía, “La Riqueza de las Naciones” es lectura obligatoria. Aunque su título completo es más extenso, es conocido popularmente de la manera en que lo mencioné. Su autor, Adam Smith nos brinda un tratado de economía concebido en el siglo XVIII, por lo que no es de sorprender que, para muchos, incluyéndome, sea considerado el padre de la ciencia económica.

Uno de los párrafos más destacados del libro es una joya: “No es de la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero que esperamos nuestra cena, sino de su consideración a su propio interés. Apelamos no a su humanidad sino a su amor propio, y nunca les hablamos de nuestras necesidades sino de sus ventajas”.

Esta reflexión nos lleva a cuestionarnos: ¿Es entonces el egoísmo lo que permite el orden económico de una civilización?

Los defensores del egoísmo, un sentimiento que podría ser considerado como pecado capital al estar relacionado con la avaricia y la soberbia, son condenados por Dante en su “Divina Comedia” a padecer los castigos del Cuarto Círculo en su terrible Infierno.

Es innegable que detrás del comercio existe un deseo de lucro. Sin embargo, también encontramos individuos que, lejos de actuar por egoísmo, satisfacen necesidades en el mercado siguiendo una pasión o vocación.

Estos individuos, de manera jocosa, responden cuando se les pregunta sobre su trabajo que “nunca han trabajado” porque aman lo que hacen.

Si bien estos excepcionales individuos no encajan en la definición egoísta que podría derivarse de la obra de Smith, su pasión corrobora aún más que la motivación que sostiene el orden económico siempre será el amor propio.

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martes 5 de marzo, 2024
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