Cali, febrero 6 de 2025. Actualizado: miércoles, febrero 5, 2025 21:55

Víctor Manuel García

El reality de la vergüenza

Víctor Manuel García

Lo del consejo de ministros que se convirtió en un “reality” para las redes sociales, es una verdadera vergüenza, lo que ha pasado este martes, esa “nueva” estrategia de comunicaciones de la Casa de Nariño, no tiene ninguna presentación.

¿A quién se le ocurrió semejante idea? ¿Al equipo de comunicaciones? ¿A Petro y nadie le pudo decir que no? O ¿acaso al grupo de “influencers” que rodean al presidente y cuyo mundo se reduce a ganar unos “likes” en las redes sociales?

Esto último si bien parece un disparate, en este gobierno hay la sensación que todo es posible, pues muchos de estos “influencers” afines a Gustavo Petro y al proyecto que algún día trató de consolidar, estuvieron muy activos en las redes sociales, estaban felices por la cantidad de reproducciones y visualizaciones de la transmisión del video.

Si, así de fácil ven el mundo aquellos que velan por algo tan importante como las comunicaciones de la presidencia de un país.

No hay consecuencias, ni impacto político, social e incluso económico que importe, todo parece reducirse a los “likes” de lo que se postea en las redes sociales oficiales, aquellas que pagamos con los impuestos todos los colombianos.

Ahora, yendo un poco más a fondo, en esta lamentable transmisión (fue imposible no calificarla), quedó al descubierto, además del incumplimiento en 146 de 195 compromisos por parte del gobierno, la división profunda en el gabinete de Gustavo Petro, algo que no es nuevo, pero que sin duda se ha profundizado por la llegada nuevamente de Armando Benedetti al círculo cercano del presidente, nada más y nada menos que como jefe de gabinete.

En términos reales y prácticos, si bien el presidente tiene hace rato comprometida su gobernabilidad por no contar con mayorías en el Congreso, esta división interna sin duda es un obstáculo mayor para la articulación interinstitucional que se necesita para atender los múltiples y no pequeños desafíos que enfrenta el país.

Un ejemplo es la falta de comunicación, crónica por cierto, entre Laura Sarabia y Gustavo Bolívar, la Canciller y el director del DPS, nada más y nada menos los dos organismos llamados a atender de primera mano la crisis migratoria no solo de deportados, sino la proveniente de manera constante de territorio venezolano y aquella que llega al país buscando atravesar el “tapón del Darién”.

Y ni hablemos de la intervención de Francia Márquez.

Lejos de dar la sensación de “transparencia” como lo manifestó Gustavo Petro al principio del Consejo, este sembró más preocupaciones de las ya existentes, desde mi perspectiva, se vio un presidente con falta de liderazgo, absorto en ideas abstractas, con poca disponibilidad para la planeación, pero si con arrojo desmedido hacia la improvisación.

Se puede o no ser petrista, pero sin duda este fue un espectáculo bochornoso y será difícil defender la iniciativa por parte de sus copartidarios.

Igual, se puede o no ser oposición pero por el bien del país, ojalá el Presidente y su equipo de comunicaciones rectifique y no replique esta penosa situación, porque además de lo anteriormente expuesto, salvo dos o tres excepciones, es claro que el equipo de gobierno no cuenta con la talla y altura suficiente para asumir el reto de enderezar y/o poner en orden al país, haciendo frente de manera profesional, técnica y políticamente hábil a los desafíos que hoy por hoy Colombia enfrenta tanto interna como internacionalmente, desafíos que por supuesto no se deben manejar como si fuera un estudio de “reality”.

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jueves 6 de febrero, 2025
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