Elon Musk vs. Maduro

Rodrigo F. Chois

El reto de enfrentarse en un combate a golpes que le hizo el dictador de Venezuela a Elon Musk bien podría ser un libreto para una película de humor negro al mejor estilo de Tarantino, de no ser por la tragedia que están padeciendo nuestros hermanos venezolanos.

No obstante lo absurdo del reto, la confrontación personal de dos líderes antagónicos en un duelo ha sido una práctica extendida a lo largo de la historia.

Primero, por supuesto, para resolver disputas personales. Y segundo, lo que podría considerarse más loable, para la resolución de disputas políticas o militares sin que haya el derramamiento masivo de sangre.

Vienen a mi mente dos ejemplos que, aun siendo de carácter mítico, son lo suficientemente ilustrativos: El primero es el combate que nos cuenta Homero en la Ilíada entre Héctor y Aquiles a los pies de las murallas de Troya. Un combate singular que simbolizó el conflicto entre dos naciones. El segundo es el desequilibrado duelo entre David y Goliat, que decidió la confrontación entre los israelitas y los filisteos.

Durante mucho tiempo, los duelos fueron considerados “juicios de Dios”, ya que existía la creencia de que Dios protegería al justo garantizándole la victoria. Sin embargo, con la llegada de la modernidad, los duelos serían prohibidos con el argumento de que socavaban la autoridad del Estado y el sistema de justicia.

En fin, saliéndonos de la cruda realidad y adentrándonos en lo onírico, aquí mis dos presunciones. La primera: Elon vence a Maduro sin esfuerzo. La segunda: un duelo de honor en nuestro país entre los dos presidentes antagonistas de siempre sería otro guion inmejorable.