Cali, agosto 1 de 2025. Actualizado: jueves, julio 31, 2025 22:31
Enigmas del deporte colombiano
Provocado por el inexplicable desempeño de la selección Colombia de fútbol, me puse a reflexionar sobre algunos hechos de la vida deportiva en Colombia que se convirtieron en una incógnita para la historia.
Los dos partidos que sacaron a Queiroz, el vergonzoso 6 – 1 contra Ecuador y el 3-0 en barranquilla contra Uruguay han desatado una casi inevitable duda sobre la honestidad de los jugadores colombianos. Hace ya tiempo viene el cuento de que la mejor manera de sacar un entrenador es colocándose de acuerdo los 11 jugadores y parando el equipo. Me temo que esta incógnita es tan grave como la corrupción en el gobierno o los maltratos ocultos al interior de las familias. Ahora que los dioses nos castigan cerrando el arco contrario, la pregunta es si todo se devuelve para bien o para mal.
Otro acertijo futbolero, es si antes del mundial de Brasil no se hubiera lesionado Falcao. El destino le regaló la suerte a James. Quizás seríamos campeones y el llamado al Real Madrid pudo ser Falcao. Pero el destino se inclinó ante el trasnochador de juegos virtuales y no ante el caballero de la cancha. Ni hablar del famoso “fue gol de Yepes”.
Pero en otros deportes hay cosas sorprendentes. Egan Bernal, nuestro gran campeón del ciclismo, parece un nazareno. Se pasea inexplicablemente entre los sorbos de champaña y sus largas estadías en los hospitales. Algunos dirán que es la realidad de los ciclistas ¿pero porque la dosificación del dolor y los accidentes es menor para unos y alarmantemente mayor para otros? Suerte, precaución, temeridad, sexto sentido, amor por la camiseta, que será lo que marca la tarjeta de las dolorosas caídas.
Y hablando de caídas, como no recordar figuras que sufrieron la tentación de las drogas. Kid Pambelé, nuestro héroe de los puños de hierro y el corazón ligero para los alucinógenos y muchos otros que no quisiera nombrar, entre ellos uno que se consideró el mejor defensa de América. La pregunta es dónde estuvieron sus manager, sus entrenadores, sus patrocinadores, ¿no pudieron detectar a tiempo su voz de auxilio? ¿acaso estaban distraídos contando billetes?
Pasemos a temas un poco menos dramáticos, pero igualmente misteriosos. ¿Por qué será que algunos exitosos deportistas deciden dar un salto triple al desprestigio político? Otros se convierten en entrenadores, cazatalentos, comentaristas y dirigentes deportivos con rotundo éxito o un estruendoso fracaso. ¿qué funcionó o no en su ADN? Sabrá Mandrake.
Pero la peor incógnita de todas es ¿por qué se les da la oportunidad a los hijos de los del medio o los patrocinados o los de la rosca y no a los chicos de la pobreza que se abren paso a codazos, huyéndole a la droga, la rumba y los reclutadores del delito en las barriadas de las grandes ciudades y en la Colombia adentro? Solo Dios sabe, pero aun así crecen estos héroes en medio de las piedras del camino.