Exaltado Ramón

Luis Ángel Muñoz Zúñiga

Muy merecida la exaltación con la Orden de la Independencia de Cali, que este 3 de julio recibe Ramón Ignacio Atehortua Cruz.

Quienes lo conocemos desde hace cuatro décadas podemos hacer eco de que es una decisión justa, porque nos consta que sea el reconocimiento a su trayectoria académica y su dedicación a la investigación histórica.

El gran mérito de Ramón Ignacio, además de su ejemplar desempeño durante dos décadas de Rector de la institución pionera de la educación pública en esta región, Colegio de Santa Librada, fundada en 1823 por orden de Francisco de Paula Santander, es haber descubierto documentos que estuvieran engavetados por mucho tiempo entre escritorios abandonados, convertidos en valiosas pistas con que profundizó en la historia post-independentista de Santiago de Cali.

No bastaba con derrotar a los ejércitos españoles, lo más importante era construir la República y, precisamente, Santa Librada es aquella ágora que le sirvió a la naciente nación.

Con más precisión, hoy podemos decir, que si las armas nos han dado la independencia, la educación nos dará la libertad plena.

Sí, porque primero hay que educar al pueblo, si aspiramos leyes justas que verdaderamente den a cada colombiano lo que le pertenece.

Ramón Ignacio no sólo tuvo vocación docente, con su inseparable ameno discurso de historiador divertía a sus estudiantes de ciencias sociales.

Después, a sus dirigidos en las reuniones de docentes. Pero Ramón Ignacio decide presentar su legado escrito y por eso publicó el primer volumen de “CALI PRECURSORA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA.

EL COLEGIO REPUBLICANO DE SANTA LIBRADA EN LA HISTORIA”. Completa tres volúmenes tras recorrer antiguas notarías, archivos históricos y fuentes bibliográficas.