Feliz cumpleaños, papá

Iván Cancino

Escribo esta columna el 13 de julio, fecha que es importante para mí, pero por razones que abreviaré y explicaré más adelante, también lo es para otros muchos.

Ese día nació en Fontibón un ser humano irrepetible, su niñez no fue sufrida al máximo, pero sí fue educado con esfuerzo y mucho amor por parte de su padre, mi adorado papiche, y por su dedicada madre, Aura, a quien no conocí porque ella murió en un accidente aéreo del cual surgió su miedo a volar y el que jamás superó, aunque viajaba mucho.

Viajaba a enseñar y sobre todo a aprender, y en esos vuelos el miedo se disipaba con alguna bebida alcohólica, pero sobre todo con la ilusión de compartir con sus amigos y maestros de todas partes del mundo hispano, en Madrid con Bacigalupo o con Luis Rodríguez Ramos; en Suiza con Hurtado Posso; en Argentina con Zaffaroni; en México con Moisés Moreno; en Perú con Carlos Fino Coria; en Panamá con Rafael Rodríguez y Silvio Guerra, y así podría seguir con cada país.

El personaje del que les hablo tuvo un sueño que fue la tesis de grado en su doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid: un código tipo para Iberoamérica, de aquí que la labor de CESJUL dirigida por Rubén Acosta me recuerde de ese sueño que ojalá algún día se haga realidad, así como hicimos realidad más de 2.000 abogados el de conformar un Colegio de Abogados Penalistas de Colombia.

Pudo ejercer en España, en donde también llevó casos, estudió en Harvard, pero más que su hoja de vida académica, quiero resaltar su mayor legado: su LITIGIO aguerrido, leal, impetuoso y controvertido, siempre defendiendo sus ideas y sus clientes, tanto que casi le cuesta la vida en un atentado.

Cada peso que se ganó lo invirtió en su familia, pero sobre todo en la cantidad de personas que ayudó en sus estudios y en su vida personal.

Esta columna es para recordar a un ser excepcional, maravilloso, tierno, generoso, el mejor litigante del siglo XX, para mí a la altura en el ejercicio de la profesión de Jorge Eliecer Gaitán, pero sobre todo el mejor papá, el mejor amigo y el mejor abogado.

Su legado es mi motivación y la de muchos. Feliz cumpleaños papá.