Cali, septiembre 4 de 2025. Actualizado: jueves, septiembre 4, 2025 11:55
Ignorancia y desconcierto, motivaciones del fracaso
Hace unos días tras el paso del primer aniversario de la avalancha de Mocoa reflexionaba sobre sus consecuencias y analizaba cómo la ignorancia asociada al desconcierto son causas para empeorar estos desastres, condenando la existencia de muchos al fracaso.
En Cali habitantes de barrios de ladera ven con desconcierto como sus vidas se exponen con cada aguacero torrencial, pero no reaccionan porque el desconocimiento y el analfabetismo les resta posibilidades de reclamar por respuestas diligentes construidas con justicia; y solo esperan el milagro que les conceda el dios estado.
Pero la ignorancia no es una característica solo de los desposeídos, todos sin excepción desconocemos áreas del saber, lo censurable es pretender sentar cátedra sobre lo que se ignora, con mayor razón cuando se es figura pública.
Señalar a grupos sociales como los maestros de desorientadores de la juventud o lanzar propuestas de eliminar cortes que funcionan desde 1991 con precariedades, pero que protegen derechos fundamentales, requiere de estudio, sensatez y conocimiento para no provocar la ira y el rechazo de toda una sociedad.
Proponer comprar un ingenio azucarero ignorando que la inmensa mayoría de esa tierra no es propiedad del ingenio es necio y marca un desconocimiento total de esa actividad económica, así luego se enmiende justificando la necesidad de resarcir a los pueblos indígenas y solucionar un antiguo conflicto.
En Colombia la escasa seriedad de los programas políticos y la precariedad en el análisis permiten realizar promesas subjetivas, las cuales aun así obtienen el aplauso del electorado por inculto. Ignorancia y desconcierto una mezcla perfecta para elegir un pésimo presidente.