Ismael Miranda en Mundial de Salsa

Umberto Valverde

Cuando conocí a la Fania All Stars, en agosto de 1980, en Barranquilla, para el primer concierto de esta agrupación en Colombia y Suramérica, todo gracias a Larry Landa, un personaje de leyenda y película, Larry Landa me juntó con Celia Cruz y se hizo posible la autorización de la gran cantante cubana para hacer mi novela biográfica. Fueron días apoteósicos estar con ellos, luego en Cali, y, más adelante en Nueva York.

Todos eran grandes, pero mi interés iba dirigido a Celia Cruz. También en Pacheco y sus cantantes. Uno de ellos era Ismael Miranda, siempre con una voz perfecta, hasta hoy. Es una vida intensa, que salió de la pobreza para llegar a la gloria. Él mismo dice, “yo era un don nadie”. Fue al infierno de la droga, como muchos de ellos, como Cheo Feliciano, pero salió y siguió adelante. Héctor Lavoe, en cambio, se quedó.

Ismael Miranda ha sido generoso con el Museo de la Salsa Jairo Varela, regaló un vestido especial, utilizado en conciertos de Fania. Hizo un conversatorio conmigo y otro lo hicimos en el Museo del Barrio Obrero. Tuvimos una hermosa conversación en un restaurante, casi tres horas, donde me contó auténticas revelaciones. Es una persona en su plena madurez, tranquilo, sabio.

Este viernes 9 de octubre estará realizando un conversatorio con Umberto Valverde, por la virtualidad, en el Marco del Mundial de Salsa, donde también tuvo a Cheo Feliciano. Espero sea un diálogo inolvidable. Admiro profundamente a Ismael Miranda, sus temas musicales, su voz de sonero, su actitud ante la vida. Sin duda, le ganó a la vida. Es un triunfador.