Josefina Lozano Geovo

Josefina Lozano Geovo, la gran maestra, con su partida definitiva dejó un profundo dolor y un enorme vacío en los descendientes de su macro familia, en nosotros sus colegas, entre sus amigos, en sus vecinos del barrio Calima y en sus exalumnos de cuatro generaciones.

Despedimos a “La Chocoanita”, siempre encantadora, a la Madre Grande de Los Lozano y la abuela irremplazable. “La Jóse”, hizo camino al andar cuando repartía letras a muchos niños de Condoto, La Cumbre y Alfonso López.

Pero no sólo fue una admirable docente, sino también la cultora del Folclor Pacífico en sus alumnos, sus colegas y sus vecinos. Fue líder de los adultos mayores del barrio Calima.

La recordaremos con ese caminar a prisa, irradiando alegría y contagiando amabilidad, dejando la sensación de invitarnos a danzar.

Por vez primera escuché a Fatima, su hermana, cantarle con el corazón encogido. El filial testimonio lo expresaron sus hijas y nietos en la Misa de Réquiem: “Madre, hoy te despedimos, después de tu trasegar durante 91 años por esta vida. Fuiste apasionada con la bandola y bailarina excepcional, compartiste esas artes por más de medio siglo -expresó su hija Esperanza Velásquez Lozano-.

Nos diste ejemplo de tenacidad, alegría y confianza cuando afrontabas las adversidades”. El legado de la maestra Josefina Lozano se prolongó entre sus descendientes: “Nací con sus historias y sus anécdotas –expresó su nieto Luis Ángel Muñoz Velásquez-.

Era la jefe única de familia, la más vieja y la más sabia. Los 24 de diciembre, ya no serán los mismos con su ausencia, además de gozar las navidades, nos reuníamos a celebrarle sus cumpleaños”. Adiós: Josefina, “Chocoanita” encantadora.

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