Cali, mayo 9 de 2025. Actualizado: viernes, mayo 9, 2025 16:10

Carlos Andrés Arias Rueda

La estrategia del jarillón

Carlos Andrés Arias Rueda

En la década de 1950, la CVC construyó un dique de contención del río Cauca, con el fin de que, en las épocas de lluvia, no se saliera de su cauce e inundara las llanuras hacia el oriente de Cali.

Ese dique es el famoso jarillón de Cali y los terrenos que dejaron de anegarse, en las décadas subsiguientes fueron convirtiéndose en una gran cantidad de barrios de la ciudad.

Con los años, el propio dique comenzó a ser objeto de invasión por parte de familias en situación de desplazamiento como consecuencia del conflicto interno y también por muchos que, a causa de la miseria y las desigualdades, no encontraron donde más levantar un cambuche al que llamaron hogar.

Esta situación se prolongó por treinta o más años, bajo la mirada negligente de unas autoridades que permitieron que los asentamientos de unos pocos terminaran en varios miles.

Aquí debo hacer una precisión y es que, de acuerdo con la legislación colombiana, los bienes del Estado son inembargables, inenajenables e imprescriptibles, es decir, no se pueden embargar, vender, ni prescribir, bajo ninguna circunstancia dejarán de ser de propiedad del Estado y eso es lo que ocurre con el jarillón, primero estuvo en cabeza de la CVC y luego del Municipio, hoy Distrito, por tanto, no importa cuantos años lleve una familia con una casa construida sobre el mismo, nunca podrá reclamar propiedad sobre tal.

Como era de esperarse, la estructura del dique comenzó a debilitarse tras décadas de ser sometido a un uso para el que no fue construido, dado que tuvo que soportar sobre sí diversas estructuras, cultivos pequeños, granjas, paso de animales y vehículos, siembra de árboles y un largo etcétera que desembocaron en una grave crisis en los años 2010 y 2011 con el fenómeno del Niño, razón por la cual, en un esfuerzo interinstitucional adelantado entre la Alcaldía, la CVC, Emcali y el Fondo Adaptación, una entidad nacional adscrita al Ministerio de Hacienda, se creó el Plan Jarillón de Cali, un programa enfocado en el reforzamiento del dique y en el reasentamiento de las personas que habían sido afectadas por las olas invernales, los cuales adquirieron la calidad de beneficiarios.

En dicho programa, para saber quiénes eran los beneficiarios, se adelantó una verificación, una especie de censo especial en el año 2015, cuyos resultados fueron consignados en una base de datos, cuya copia de se entregó a los órganos de control, es decir, quienes posteriormente llegasen al dique no podrían ser beneficiarios del plan Jarillón.

Para este momento, de 26 kilómetros de dique, la actual administración recibe 25 kilómetros reforzados. En materia de reasentamiento, las cifras son menos alentadoras y falta algo más del 40%, ello debido a múltiples razones que van desde la escasez de oferta de vivienda de interés prioritario en la ciudad y a retrasos en los cronogramas de ejecución de los proyectos habitacionales.

El reto más grande que asume la actual gerencia tiene que ver con la recuperación de las lagunas del Pondaje y Charcoazul.

Cuidar el jarillón es responsabilidad de todos, ese dique protege a la ciudad de un eventual desbordamiento del río Cauca.

Si se llegase a romper, se inundaría media ciudad, comprometiendo en el camino la planta de Puerto Mallarino, de donde consume el agua potable la mayoría de la población; ello sin contar las pérdidas económicas calculadas en varios billones de pesos.

Por ello hay que estar alertas ante nuevas invasiones promovidas por urbanizadores piratas que juegan con las ilusiones de los más necesitados, además, de trazar una estrategia de gobernanza que resulte efectiva para garantizar el goce del jarillón por otras siete décadas.

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lunes 5 de febrero, 2024
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