Las cuchas tienen razón

Luis Ángel Muñoz Zúñiga

Creí que Oscar Ruiz Navia, director de “Los Hongos” (filme estrenado hace 10 años), promocionaba otra película reivindicando a los grafiteros.

Pero se trataba de un video tomado de la realidad que mostraba a un sargento en retiro amenazando con arma a unos grafiteros que replicaban “Las cuchas tienen razón”.

Además de borrar con pintura gris los mensajes del arte público, que es memoria colectiva, imaginario popular y estética urbana, quieren exterminar a los artistas.

Los grafitis que ofende a los sectarios es expresión solidaria con las madres de los jóvenes víctimas del genocidio de la Operación Orión, en octubre de 2002 en la comuna 13 de Medellín, cuyos cuerpos fueron arrojados en una escombrera para que los crímenes quedaran impunes y olvidados.

Con los primeros hallazgos de las osamentas humanas las madres demuestran que sus hijos desaparecidos sí fueron víctimas.

Los artistas, solidarios con las cuchas, replican el grafiti en las principales capitales de Colombia.

“Las cuchas tienen razón”, es arte popular, memoria histórica y grito colectivo, oponente a la homogeneización ideológica mediática y al silencio de la justicia.

Los artistas hacen eco solidario a través de los muros públicos.

En las ciudades donde es común denominador la inseguridad ciudadana, la fealdad urbana y la indiferencia administrativa, pretenden borrar la memoria histórica arremetiendo con pintura gris contra los grafitis, so pretexto que es una medida “contra los mensajes que inciten violencia”.

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, explicó que borró el grafiti para acabar con los odios.

Pero las evidencias de los hechos fundamentan que “Las cuchas tienen razón”.