Cali, marzo 14 de 2025. Actualizado: viernes, marzo 14, 2025 11:07
Libertad de vientres
Durante más de tres siglos, los pueblos del Nuevo Mundo estuvieron plagados de europeos que, a través del etnocentrismo y la creencia en su supuesta superioridad, sometieron a los negros traídos en la trata esclavista. Estos, al cruzar el Atlántico, dejaban atrás sus hábitos y costumbres para pasar a ser propiedad de un dueño o capataz, quien disponía incluso de sus vidas, pues eran considerados simple mercancía.
Durante al menos 200 años de la gran Maafa, los niños nacidos de madres esclavizadas heredaban automáticamente su condición de esclavizados, iniciando su vida laboral desde los tres años. La historia precisa que muchos esclavistas estaban atentos al desarrollo de las mujeres negras, pues al llegar a la adolescencia eran seleccionadas y violentadas por sus amos, incluso en presencia de sus familias. Estas agresiones solían ocurrir en las barracas para evitar que la esposa del esclavista se enterara. Como resultado de estas violaciones, muchas esclavizadas quedaban embarazadas y sus hijos, en algunos casos, recibían ciertos privilegios por ser mulatos, mientras que en otros simplemente eran tratados como esclavizados más.
Se han documentado casos en los que los nacidos de la unión forzada entre esclavistas y esclavizadas llegaron a ocupar importantes cargos en la sociedad, como Candelario Obeso, Juan José Nieto Gil y Luis Antonio Robles, quienes lograron destacarse en la literatura y la política.
Libertad de vientres
Fue un principio jurídico implantado en el siglo XIX en los países abolicionistas de la esclavitud, consistente en otorgar la libertad a los hijos nacidos de mujeres esclavizadas. Hasta la aplicación de este precepto, los hijos de una mujer esclavizada pasaban a formar parte del patrimonio de su amo. Una vez terminada la esclavitud, este principio cayó en desuso por su propia naturaleza temporal.
Chile fue el país pionero en América Latina en esta materia, al implantar la libertad de vientres a solicitud de Manuel de Salas el 15 de octubre de 1811. Esta medida incluía también la prohibición del ingreso de nuevos esclavizados al país. La esclavitud fue abolida definitivamente en 1823.
En Argentina, se decretó el 31 de enero de 1813 por la Asamblea del Año XIII. Los esclavizados accederían a la libertad al contraer matrimonio o al cumplir 20 años en el caso de los varones y 16 en el de las mujeres. Además, se les otorgarían instrumentos de trabajo. Sin embargo, la abolición total de la esclavitud no se declaró hasta el artículo 15 de la Constitución de la Confederación Argentina de 1853. En la provincia de Buenos Aires, la abolición no se hizo efectiva sino hasta 1861.
En el territorio de la actual Colombia, la libertad de vientres se promulgó inicialmente en el Estado Libre de Antioquia en 1814, mediante un proyecto presentado al dictador Juan del Corral por los diputados Antonio Arboleda y Arrachea, José Miguel de la Calle, José Félix de Restrepo, Pedro Arrubla y José Antonio Benítez. La medida fue aprobada con el nombre de libertad de partos. Sin embargo, no fue sino hasta el 30 de agosto de 1821, con la Constitución de Cúcuta, cuando se estableció la libertad de los nacidos de esclavizadas al alcanzar los 18 años, siempre que pagaran un monto por su crianza y gastos relacionados. Para cubrir estos costos, se preveía un impuesto sobre las herencias destinado a proporcionarles medios de subsistencia.