Petro lleva la iniciativa

Gustavo Alvarez Gardeazábal

Ayer ,cuando me llamó un periodista alemán para preguntarme que significado tenía la presencia de tantos colombianos, en tantas ciudades, el domingo pasado diciendo NO a la violencia, entendí hasta donde el país, adolorido o esperanzado, está siguiendo la ruta que Petro le marca manteniendo siempre la iniciativa.

Fue por él que terminamos contemplando el espectáculo de competir en quien saca más gente a la calle. Fue Petro quien invocó al pueblo que saliera a la calle a respaldarlo.

Y fue la mayoritaria clase media, apretada por el mal gobierno y la violencia como mortadela de sándwiche, la que salió el domingo a hacerse sentir.

Cayeron en la trampa y como fue tan abrumador el cinismo del gobernante, Petro no tuvo escrúpulo en montarse a la carroza del triunfo manipulando, a favor de su Paz Total, el grito desesperado de no a la guerra.

No nos metamos mentiras, Petro desde cuando se posesionó ha llevado la iniciativa. Con verdades de puño que no les gusta a los estratos altos o con mentiras que endulzan a lo que llaman el pueblo, Petro siempre va adelante y con ese ímpetu supera los obstáculos que le generan sus opositores .

Y estos, fragmentados por sus ambiciones o domeñados con las OPS, ni señalan una ruta conjunta ni mucho menos rodean a un líder que empuñe la bandera.

En otras palabras, si no le arrebatan al presidente la iniciativa, no saldrán avantes en la batalla que él les obliga.

Por supuesto, el gran inconveniente es el desprestigio mayúsculo de la clase política, confundida casi toda bajo el toldo de los contratistas, puesto que dificulta que de entre ellos salga un líder que unifique.

Y es esa maquinaria de contratos lo que les impide inclinarse para apoyar a un empresario o un intelectual que encienda la tea de la libertad y alumbre el camino para salir del atolladero.