Preocupante

Algunas cosas curiosas están sucediendo cuando ya el gobierno está a 22 meses de terminar su período presidencial.

La principal, esa narrativa del “golpe blando” utilizada como caballito de batalla para conmover o asustar a quienes todavía le creen al presidente.

Ya se ha dicho hasta la saciedad que casi todo el país, ese que no lo acompañó ni lo acompaña, quiere que termine sus cuatro años para poder realizar un balance de su gobierno y ver si la izquierda es garantía o no, alternativa o no, para regir los destinos de una nación.

Inaugurar un evento tan importante como la COP 16 con un discurso atropellador contra quienes crean empresa y dan empleo, no ha sido una actitud valedera ni real, sobre todo cuando no menciona, en ningún momento y en ninguna parte, que existe en Colombia otro “negocio” ultra dañino y prohibido en el mundo, causante de tragedias de distinta índole.

Igualmente, es muy curiosa una reforma a la salud sin medicamentos. Asimismo, se le coarta el derecho al deporte, especialmente a nuestra juventud.

No “hubo plata para los Juegos Panamericanos” y se hizo una promesa gubernamental de utilizar parte de esos dineros para los juegos intercolegiados pero, vaya curiosidad, tampoco “hubo dinero”.

Ni que decir de la reforma laboral, en la que, por razones de estrategia electoral, se le da fuerza a los sindicatos y se quiebra lo principal, la estabilidad de las empresas, generando un impredecible desempleo que empobrecerá, como en otras partes, a miles y miles.

Se enceguecieron con el cuento de mejorarle la vida a unos cuántos con la reforma pensional pero, en el mediano plazo empezará a verse la hecatombe cuando no haya dinero para continuar pagando las pensiones de antes y de ahora.

Y terminemos con algo más preocupante.

Para que reformas y discursos veintijulieros cuando tenemos unas FF.AA.

Maniatadas que no pueden ni saben cómo defender a la población de tanta inseguridad y violencia y, la extinción de unos Comando de Tareas Conjuntas que ya no podrán controlar a las fuerzas irregulares que se están tomando al país.

Ni los congresistas protestan, solo defienden sus bolsillos pero no los de la gente que los eligió.

Doloroso el maltrato a Rigoberto Irán, deportista humilde, hecho a pulso.

Molestarse con las opiniones diferentes por no estar de acuerdo con el gobierno, es dictadura.

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