Cali, enero 16 de 2025. Actualizado: jueves, enero 16, 2025 18:51
Resurrección de los vagones
Fui afortunado por haber podido montar en tren de Buga a Cali, en su último viaje.
Como un buen padre llevé a mis hijos a que vivieran la fantástica experiencia de montar en el chi qui chi qui, que se rumoraba saldría de circulación y que ellos sólo conocían en láminas en las carteleras del preescolar.
Sólo conocían un juego en filita que los hacía avanzar en viaje imaginario en “El trencito del oeste”, al ritmo de la canción infantil de Piero.
Desafortunadamente la aventura fue irrepetible ya que esa semana clausuraron ese seguro y rápido medio de transporte.
Quienes tomaron la decisión anti patrimonial no se compadecieron de que el tren hubiera representado la máquina del progreso que posicionó a Colombia como país exportador porque transportó toneladas de café desde las regiones cultivadoras a las capitales y a los muelles internacionales.
Es el recuerdo indeleble de los adultos mayores.
Después descubrí que había que justificar el negocio de los peajes que se estaba montando para las carreteras y, también, buscaban convencernos de “las bondades” del infuncional sistema de transporte masivo que planeaban.
Pero le cargaron el muerto al sindicato de trabajadores.
Si a quienes pregonan las maravillas de las áreas metropolitanas se les hubiera ocurrido, no en improvisada campaña sino como el legado que aprovechaban desde hace tiempo como tren de cercanías, seguro que su sueño federalista hubiera recibido el Sí.
Vuelve el tren, ¿esta vez sí será realidad la resurrección de los vagones? Será la esposa expulsada que sin rencor atiende el llamado de regresarle la alegría a la familia colombiana.