Volar, volar, volar

Leonardo Medina Patiño

Sobre los alemanes en Colombia, se ha escrito en la literatura contemporánea algunas novelas que enseñan los pormenores de su estancia en estas tierras, de sus sufrimientos, del dolor de estar lejos de su patria, del confinamiento al que se sometieron por un gobierno colombiano y de la expropiación de sus bienes.

De los escritores que han abordado este episodio de nuestra historia se encuentran Juan Gabriel Vásquez con la novela “Los Informantes”; “Al otro lado del Mar”, de autoría de María Cristina Restrepo. Ambas novelas integran ese acervo que ya hay en la narrativa colombiana y en los anaqueles de las academias, sobre este fenómeno.

En la corta novela “Volar, volar, volar”, el escritor del pacífico colombiano Óscar Seidel, muestra unos hechos históricos poco conocidos, con detalles que abordan el amor, la relación filial, las infidelias, los dolores de la guerra, de la ausencia y de ese mar Pacífico que siempre está allí enorme, recibiendo buques, submarinos, y uno que otro náufrago que va cayendo de a poco.

Pero lo interesante es que detalla el nacimiento de la aerolínea alemana -LAG-, y la novela -o mejor el autor- va ilustrando de los primeros pilotos, de los acuatizajes, de la transformación de este servicio que el Pacifico colombiano vio desde sus inicios.

Y sus personajes también dejan la huella, en sus páginas, de esos apellidos que hoy suenan comunes en nuestra sociedad caleña y, por ende, la colombiana.

Cargada con esa voz propia del autor, que es la del hombre de mar, del escritor que ha sido impactado por alguna traza de la historia con su propia vida familiar, pero deja al lector un aprendizaje que tiene matiz de ensayo, de novela, de cuento largo, que con alguno que otro altibajo, logra captar la atención de quien se siente a leerlo.