Cali, diciembre 21 de 2024. Actualizado: viernes, diciembre 20, 2024 22:27
La Feria dinamiza a Cali, pero su éxito depende del comportamiento ciudadano.
Caleños, a portarse bien
La última semana de diciembre representa un desafío único para Cali, donde las celebraciones de Navidad y Año Nuevo se conectan con el inicio de la Feria.
Este evento no solo llena de alegría las calles y reafirma el sentido de pertenencia, sino que también tiene un impacto positivo en la economía local, atrayendo turismo y generando empleo.
Sin embargo, esta época festiva también puede convertirse en un escenario para el desorden, especialmente por el consumo irresponsable de licor, la pólvora y la intolerancia.
En los últimos años, nuestra ciudad ha mostrado una preocupante tendencia hacia la indisciplina, lo que empaña el propósito positivo de eventos como la Feria.
Es importante entender que el problema no está en la rumba ni en los espectáculos, sino en la falta de comportamiento cívico de algunos ciudadanos y, en ciertos casos, en fallas de organización.
La Feria, que debería ser un símbolo de alegría y unidad, no puede seguir viéndose afectada por riñas, accidentes y desmanes.
Las autoridades, por supuesto, deben garantizar la vigilancia y la presencia en puntos críticos, pero es imposible controlar cada esquina cuando miles de personas se reúnen en eventos simultáneos.
La responsabilidad, entonces, recae en cada caleño: disfrutar con responsabilidad, evitar excesos y pensar en el bienestar propio y de quienes nos rodean.
La Feria de Cali es un patrimonio de la ciudad que merece ser cuidado y respetado.
Que el mejor balance de estas festividades sea la alegría, la convivencia y el buen comportamiento.
Es hora de demostrar que estamos a la altura de lo que esta celebración representa para Cali.
Que la intolerancia, el licor y la pólvora no arruinen lo que debe ser una fiesta de todos.