Hay que parar las agresiones a los guardas de tránsito

Las agresiones a los agentes de tránsito en Cali están fuera de control.

En 2024, se registraron 34 casos y, en lo que va de 2025, ya son 12 los guardas atacados por conductores infractores que buscan evadir los controles.

La cifra es preocupante y refleja una creciente falta de respeto por la autoridad, además de una peligrosa cultura de evasión de normas.

En menos de dos semanas, dos motociclistas atropellaron deliberadamente a agentes de tránsito para huir de los operativos.

Estos hechos, que han dejado a funcionarios con lesiones graves, no pueden seguir ocurriendo sin consecuencias.

Además, en dos oportunidades este año, la comunidad ha intervenido para impedir operativos de tránsito en el oriente de la ciudad.

Estos bloqueos muestran que la falta de respeto por las normas es un problema colectivo que va más allá de casos aislados.

El endurecimiento de los controles durante la administración del alcalde Alejandro Eder es una medida necesaria, pero si la ciudadanía no respeta la autoridad, los esfuerzos se ven frustrados.

Es inaceptable que quienes están encargados de regular la movilidad sean víctimas de agresiones simplemente por hacer su trabajo.

La agresión a un agente de tránsito no es un hecho menor.

El Código Penal establece penas de hasta ocho años de prisión por ejercer violencia contra un servidor público.

Además, el Código Nacional de Tránsito contempla sanciones administrativas, incluyendo la suspensión de la licencia y la inmovilización del vehículo.

Es momento de que estas normas se apliquen con rigor.

Si Cali quiere mejorar la movilidad y reducir la accidentalidad, el respeto a la autoridad en las vías debe ser un principio fundamental.

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