Incoherencia presidencial: de la caña a la coca

Las declaraciones del presidente Gustavo Petro en la COP16 sobre el impacto de la industria azucarera del Valle del Cauca generaron desconcierto, no por el debate sobre la sostenibilidad, sino por la inconsistencia en su discurso.

Mientras critica al sector azucarero por su concentración de tierras y su impacto ambiental, el mismo mandatario anunció que su gobierno comprará las cosechas de coca en el Cauca.

El presidente sugirió que el monocultivo de la caña desplazó a las comunidades rurales hacia las selvas, pero pasa por alto que el avance de los cultivos de coca es la real amenaza hoy, porque los grupos armados ilegales a los que su gobierno beneficia con ceses al fuego están destruyendo bosques y generando una grave deforestación en la Amazonía para sembrar cultivos ilícitos.

Resulta preocupante que Petro arremeta contra un sector legal que genera empleo y desarrollo cuando, al mismo tiempo, su gobierno no ha mostrado la misma severidad hacia los cultivos ilícitos, cuya erradicación no es su prioridad.

Estas inconsistencias en el discurso presidencial generan incertidumbre sobre la verdadera estrategia del gobierno.

¿Por qué atacar un sector legal y productivo mientras se flexibiliza con uno ilegal que ha demostrado tener graves consecuencias para el medio ambiente? El debate sobre sostenibilidad debe estar basado en hechos, no en ataques ideológicos.

La prioridad debe ser erradicar las economías ilegales, las cuales son hoy las principales responsables de la degradación ambiental del país y el combustible de una violencia que está nuevamente en aumento.

El país necesita un liderazgo claro y coherente en sus políticas, especialmente en temas tan cruciales como el desarrollo económico y la sostenibilidad.

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