La igualdad no es burocracia

El desempeño del Ministerio de la Igualdad y la Equidad, creado por el gobierno del presidente Gustavo Petro, se ha vuelto objeto de justificados cuestionamientos.

La reciente revelación de que este Ministerio apenas ha ejecutado un ínfimo porcentaje de su presupuesto, que no llega ni siquiera al 1%, según un informe de la Contraloría General de la República, refleja su inoperancia.

Ya el senador Carlos Fernando Motoa había puesto en evidencia la desorientación y la duplicidad de funciones generadas con la creación de este Ministerio, que entró en funciones hace ya nueve meses.

¿Para qué crear una nueva entidad si las responsabilidades que supuestamente le corresponden aún son ejercidas por otras?

Ante este panorama, es inevitable preguntar si el Ministerio de la Igualdad y la Equidad fue realmente su creación un acto para fomentar la igualdad, o más bien obedeció a intereses políticos y burocráticos.

En un país donde las necesidades sociales son urgentes y los recursos son limitados, la ineficacia de una entidad como el Ministerio de la Igualdad es un lujo que no podemos permitirnos.

Es hora de que el gobierno, y en particular la vicepresidenta Francia Márquez, responsable de liderar esta cartera, rindan cuentas al respecto.

Sostener cinco viceministros y más de 700 funcionarios, que conforman la nómina de esta entidad para que no ejecuten el presupuesto es un derroche que el país no se puede permitir. De seguir así, lo mejor que podría hacer el próximo gobierno, es eliminar esta cartera.

Lo que se requiere es, simplemente, una mejor administración de los recursos existentes y, sobre todo, un trabajo articulado entre todos los ministerios y entidades del gobierno, porque la equidad debe ser un componente transversal a la gestión de todo el Estado.

Comments