Cali, enero 4 de 2025. Actualizado: sábado, enero 4, 2025 01:29
Colombia cerró 2024 con 76 masacres; el gobierno debe cumplir su promesa de paz en 2025.
Parar las masacres: una tarea pendiente
Colombia inicia 2025 con una deuda pendiente: detener las masacres que siguen azotando al país.
El reciente asesinato de una familia en Aguachica, Cesar, registrado como la masacre número 76 del año pasado, es un recordatorio brutal de que la violencia no da tregua.
Durante su campaña, el presidente Gustavo Petro y sus aliados movilizaron la indignación que genera este abominable flagelo para ganar adeptos, dando a entender que, al elegirlo, las masacres cesarían.
Sin embargo, más de dos años después de su posesión, la situación sigue siendo igual de alarmante.
Departamentos como Cauca, Chocó, Cesar y Valle del Cauca han sido testigos recurrentes de masacres que no solo enlutan a comunidades enteras, sino que evidencian la incapacidad del Estado para garantizar la seguridad en territorios dominados por grupos criminales.
El caso de El Plateado, en Cauca, es un ejemplo paradigmático.
El gobierno anunció con bombos y platillos que retomaría el control de este territorio, llevando al gabinete en pleno para mostrar su compromiso, pero hoy, la realidad es incluso peor: los grupos armados ilegales mantienen su dominio y las comunidades siguen siendo víctimas de violencia sistemática.
El gobierno no puede seguir recurriendo a la retórica sin resultados.
Cumplir con la promesa de paz significa adoptar estrategias reales y efectivas que no solo incluyan diálogos, sino también acciones contundentes para desmantelar las estructuras criminales que siembran el terror.
Es hora de que el presidente Petro demuestre que su compromiso con la paz no fue solo un eslogan de campaña.
Que en 2025 las masacres no sigan siendo una estadística dolorosa, sino un recuerdo del pasado.