Cali, noviembre 21 de 2024. Actualizado: miércoles, noviembre 20, 2024 23:59
El gobierno debe revisar la figura de "gestor de paz" para evitar la impunidad de criminales.
¿Paz o impunidad? El mensaje de los “gestores de paz”
La designación de individuos con prontuarios criminales como “gestores de paz” envía un mensaje de incoherencia y debilidad en la política de seguridad y justicia del gobierno del presidente Gustavo Petro.
La inclusión de Hernán Giraldo, alias “Taladro”, conocido por su largo historial de delitos sexuales contra menores de edad, es una muestra alarmante de una estrategia que parece ignorar el dolor de las víctimas y el clamor de una sociedad que lucha por proteger a su niñez.
Al sumar a individuos con antecedentes tan graves en el rol de gestores, el gobierno no solo erosiona la confianza pública en sus intenciones de paz, sino que, además, proyecta una tolerancia incomprensible hacia quienes han cometido delitos atroces.
Es natural que surjan preguntas sobre la utilidad y efectividad de estos nombramientos.
Mientras los delincuentes se benefician de salvoconductos, el país no ha visto un avance concreto en la reducción de la violencia gracias a sus supuestas gestiones.
Por el contrario, mientras el gobierno Petro apuesta por los “gestores de paz” y los llamados “ceses bilaterales”, los grupos armados ilegales se han fortalecido, porque se les ha dado espacio para reorganizarse y ampliar sus actividades criminales.
El gobierno debe entender que la paz se construye con compromiso, responsabilidad y coherencia, no con beneficios unilaterales que favorecen a quienes no muestran una verdadera voluntad de cambio.
La ingenuidad (¿o complicidad?) de asumir que estos individuos transformarán su conducta sin evidentes compromisos, sólo agrava la crisis de seguridad en el país y genera aún más desconfianza.
Estos nombramientos son una afrenta a la justicia.