Presidente, esto no es un concurso de marchas

La celebración del Día Internacional del Trabajo se realiza anualmente el primer día de mayo en prácticamente todo el mundo.

La tradición de convocar marchas en esta fecha se remonta a finales del siglo XIX, cuando el movimiento laboral estaba en pleno auge en varios países.

Según las fuentes históricas, desde 1886, cuando comenzó esta tradición en Estados Unidos y luego se extendió al mundo, no ha habido un solo año en el que las organizaciones laborales dejen de salir a la calle para recordar sus conquistas y también hacer nuevas demandas.

En Colombia también es tradicional que los sindicatos realicen marchas siempre cada 1 de mayo, y este año no será la excepción, pero un anuncio hecho por el presidente Gustavo Petro puede desdibujar la movilización de este año.

Ante las multitudinarias manifestaciones en su contra, el mandatario está enviando mensajes en los que trata de mostrar anticipadamente las marchas del Días del Trabajo como manifestaciones en su favor.

Es lamentable que el presidente no haya reaccionado de manera más reflexiva ante las multitudinarias manifestaciones en su contra que tuvieron lugar el pasado domingo y que, en lugar de intentar comprender las razones detrás de estas protestas y dialogar con los ciudadanos, haya optado por instrumentalizar el Día del Trabajo para sus propios fines políticos.

Como líder de un país diverso y plural, el presidente Petro tiene la responsabilidad de actuar con respeto hacia todas las expresiones de la sociedad colombiana, debe dejar de comportarse como un candidato en campaña y empezar a actuar como un estadista, poniendo los intereses ciudadanos por encima de su propio ego.

La coyuntura que vive Colombia no se puede banalizar, como si se trata de un concurso de marchas propiciado por el presidente de la República.

Lo que necesita el país es un diálogo franco y constructivo para fortalecer la democracia y encontrar puntos de acuerdo.

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