Cali, agosto 1 de 2025. Actualizado: jueves, julio 31, 2025 22:31
La transformación del aeropuerto Alfonso Bonilla puede convertir a Cali en un centro aéreo estratégico para la región.
Una oportunidad para que Cali vuele alto
En medio del proceso de reversión del Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón al Estado, y con la incertidumbre que representa la salida de Aerocali este 31 de agosto, surge una visión transformadora que no puede pasar desapercibida.
Se trata del proyecto estructurado por Aena Internacional y CFC Energy, que plantea convertir a Cali en el gran hub aéreo del Pacífico suramericano, con una inversión de 1,6 billones de pesos y una proyección de desarrollo a 30 años.
La propuesta, presentada durante la conmemoración de los 10 años de ProPacífico, incluye una torre de control de 43 metros, un terminal de bajo costo, nuevos edificios para pasajeros, zonas logísticas, mantenimiento aeronáutico y una infraestructura técnica de alto nivel que responde a estándares internacionales.
Todo esto dentro del mismo perímetro actual, lo que facilita su ejecución sin mayores trabas ambientales ni legales.
Pero más allá de las cifras, lo que está en juego es la posibilidad real de insertar a Cali en las redes globales de valor.
Un aeropuerto que funcione como hub no solo dinamiza el turismo y fortalece el comercio exterior, también atrae inversión, genera empleo calificado y mejora la infraestructura urbana y regional.
Es una apuesta por el desarrollo sostenible, la integración territorial y la resiliencia económica.
El proyecto está en evaluación por parte de la Agencia Nacional de Infraestructura y podría adjudicarse en el primer semestre de 2026.
Mientras tanto, urge que Cali y el Valle cierren filas, sin diferencias políticas ni intereses particulares, para apoyar esta visión.
Por condiciones climáticas, ubicación geográfica y capacidad instalada, Cali tiene todo para convertirse en la puerta aérea del Pacífico, y eso puede marcar el comienzo de una nueva era de competitividad para la ciudad y la región.