Cali, mayo 14 de 2025. Actualizado: martes, mayo 13, 2025 22:53
Tres ataques recientes contra mujeres en Cali y Palmira evidencian la violencia sistemática que impone el machismo y exige respuestas urgentes
El machismo mata
Los recientes actos de violencia contra mujeres en el Valle del Cauca, incluyendo el ataque armado en la Universidad del Valle en Palmira, la agresión con arma blanca en un establecimiento comercial de Cali y el feminicidio en el barrio El Pondaje, no son hechos aislados.
Son manifestaciones de una crisis estructural profundamente arraigada en una cultura machista que perpetúa la violencia de género.
Esta cultura patriarcal se refleja en la percepción de las mujeres como propiedad de sus parejas, lo que lleva a justificar actos de violencia cuando ellas buscan autonomía o deciden terminar una relación, una visión distorsionada del amor y la posesión que se inculca desde edades tempranas, perpetuando ciclos de violencia que afectan a generaciones enteras.
Pero la violencia de género no se limita a agresiones físicas; también incluye violencia psicológica, económica y sexual. Estas formas de violencia son a menudo invisibilizadas y minimizadas, lo que dificulta su identificación y denuncia.
La prevención de la violencia de género requiere un enfoque integral que aborde sus raíces culturales y estructurales.
Esto incluye la implementación de programas educativos que promuevan la igualdad de género desde la infancia, la capacitación de profesionales en salud y justicia con perspectiva de género, y el fortalecimiento de las redes de apoyo para las víctimas.
Además, es fundamental que la sociedad en su conjunto se involucre en la transformación de las normas y valores que perpetúan la desigualdad y la violencia.
La lucha contra la violencia de género no es solo responsabilidad de las instituciones, es un compromiso colectivo que exige la participación activa de toda la sociedad.