Cali, noviembre 6 de 2024. Actualizado: miércoles, noviembre 6, 2024 19:20
Llegando al atardecer
Cuando el presidente Duque nos mandó por los días del Covid a encerrarnos a todos los viejitos, decidí reiniciar por internet el oficio de columnista que durante más de 55 años he desempeñado casi de manera permanente en diarios de provincia.
Las llamé “Crónicas del Enchuspado” para antes que nada protestar por el trato de miserables e ineptos que nos daba el presidente. La sostuve diariamente mientras duró la pandemia y cuando ella terminó la seguí haciendo como crónica de Gardeazábal, enviándola a los amigos de wasap y colgándola en X y Face, You Tube y últimamemente también a Telegram.
Su texto de audio, que grabo y edito cada mañana, es reproducido desde Ipiales y Sandoná hasta Riohacha en generosas emisoras que lo toman de las redes. El Diario Occidente en Cali y el portal de Juan Paz y otros medios más que aún subsisten lo acogen diariamente en sus páginas. Haberlo hecho hasta llegar al numero 1.000 me parece casi una hazaña. No es solo mi disciplina y voluntad sino mi habilidad para ser, ya entrado en los 80,un abuelito digital.
Yo soy, desde El Porce, quien visita redes y lee periódicos y revistas, nacionales y extranjeras, me asomo a las emisoras y parpadeo ante las ediciones impresas de El Tiempo y El País que me traen diariamente desde Tuluá. Sobre toda esa información hago apuntes y cuajo las ideas que expongo.
No tengo secretaria ni ayudante y soy yo mismo quien batalla cada 24 horas por subirlo a las redes y enviarlo a los miles de seguidores por wasap o correo directo. Es un oficio por el que no recibo emolumento alguno y que por el contrario me obliga a pagar diversas sumas por suscripciones y servicios internéticos.
Ya estoy en el atardecer de mi vida, pero lo hago con tanta alegría e independencia y tan satisfecho de seguir aportando ideas a mis contemporáneos que hoy celebraré las 1000 crónicas invitando a un reducido grupo de amigos para verlos comer la frijolada del Parador Nariño, la que las dietas de hígado , corazón y divertículos no me dejan saborear.