Eder no tiene quien lo defienda

Mauricio Ríos Giraldo

El alcalde de Cali, Alejandro Eder, es objetivo de una arremetida opositora en la que, prácticamente, no tiene quien lo defienda…

Mientras que quienes lideran la ofensiva contra el mandatario atacan cada vez con más fuerza, los “aliados” del alcalde en el Concejo parecen desentendidos del tema y los secretarios, en su mayoría, permanecen mudos –o hablan tímida y ocasionalmente-, como si la cosa no fuera con ellos.

Sólo dos figuras de la política local defienden de frente y con vehemencia al alcalde.

Uno es el concejal Juan Felipe Murgueitio, que lo hace con inteligencia, pero tiene resonancia en un sector político y socioeconómico limitado –el Centro Democrático y los estratos altos- y el otro es el exconcejal Juan Martín Bravo, que libra batallas diarias en las redes sociales –con argumentos de peso- en defensa del mandatario.

En una paradoja que Bravo, que no está en el Concejo y no hace parte del gobierno, sea hoy su mejor defensor.

Y mientras quienes deberían ayudarlo a contrarrestar la ofensiva dejan que masacren al alcalde, los efectos negativos sobre su imagen –como lo muestran las encuestas- son cada vez más evidentes.

Para preocupación del mandatario local, el año electoral no ha comenzado –inicia en un par de semanas-, y cuando arranque, la intensidad de los ataques subirá a medida que se caliente la campaña.

¿Por qué los otros concejales gobiernistas no toman una posición clara, como la de Juan Felipe Murgueitio? ¿Por qué en el gabinete no hay secretarios que hablen en defensa del alcalde con la claridad y el conocimiento de Juan Martín Bravo?

Sin duda, el alcalde Alejandro Eder necesita que en su equipo –tanto en el gabinete como en el Concejo- haya figuras que le sirvan como pararrayos, que también pongan la cara por él o, de lo contrario, puede caer en un desgaste del que difícilmente podrá recuperarse.