¿El Pacto Histórico se desplomará en Cali y el Valle?

Mauricio Ríos Giraldo

La baja respuesta a la convocatoria del paro nacional, promovido por la CUT y el propio presidente Gustavo Petro —aunque ahora trate de negarlo— obliga a preguntarse si lo que se vio en las calles y en las plazas es el vaticinio de un bajonazo en las urnas para el Pacto Histórico y demás fuerzas petristas en las elecciones legislativas de 2026.

En el caso de Cali y el Valle del Cauca el interrogante es mayor, pues la respuesta al cabildo abierto realizado este jueves, 29 de mayo, en la plazoleta de San Francisco, dejó más dudas que certezas, pues como lo dijeron irónicamente algunos detractores del gobierno nacional, en el lugar había más palomas que gente…

En 2022, la coalición del Pacto Histórico se quedó con cinco de las trece curules que tiene el Valle del Cauca en la Cámara de Representantes, y desde que empezó a moverse la campaña para las elecciones legislativas de 2026, se comenzaron a escuchar cálculos que coinciden en que la izquierda difícilmente repetiría este resultado, debido al elevado descontento con el gobierno del presidente Gustavo Petro, y se quedaría con tres o cuatro curules…

Pero después de lo visto este miércoles 28 y jueves 29 de mayo, cuando se realizaron la marcha y el cabildo, ya hay quienes contemplan un escenario más drástico en el que ven al Pacto alcanzando sólo dos curules por el Valle en la Cámara de Representantes.

Si bien quienes hacen estas proyecciones pueden estar pensando con el deseo, el análisis resulta lógico, porque en la marcha del 28 en Cali se vieron sindicatos, congresistas, diputados y concejales del Pacto Histórico con su gente, pero la participación ciudadana independiente fue mínima…

A esto se suma un hecho que sigue pesando: pese a que Gustavo Petro obtuvo 1.310.000 votos en el Valle del Cauca —y de esos, 527.492 en Cali—, ni la ciudad ni el departamento han recibido una retribución proporcional por parte del gobierno nacional, sentimiento de abandono que no pasa desapercibido y que, en época de campaña, será recalcado por los opositores.

Claramente, el Pacto Histórico tiene un problema reputacional que no tuvo en 2022 -por cuenta de los escándalos e incumplimientos del gobierno Petro-, pero aún tiene cómo dar la pelea en las elecciones legislativas.

A su favor, el Pacto tiene que esta será su primera campaña con el poder en la mano y hoy sus candidatos al Congreso cuentan con algo que antes no tenían: cargos, contratos, recursos y amigos en entidades estratégicas, y eso puede servirles para aguantar la caída, pero no los salvará de perder curules, la pregunta es con cuántas quedarán…