Cali, abril 1 de 2025. Actualizado: martes, abril 1, 2025 16:22
Petro, Bolívar y la fractura interna de la izquierda
A raíz del interés que despertó el estudio realizado por Esteban Guerrero, especialista en inteligencia artificial e innovación empresarial, quien expuso – en la asamblea de la Unidad de Acción Vallecaucana- un análisis del universo digital del presidente Gustavo Petro, hoy presentamos la segunda parte, enfocada en la situación de la izquierda, a partir de lo que se mueve en las redes sociales.
La principal conclusión es que la burbuja de influencia de la izquierda, que en 2022 se presentaba como un bloque homogéneo alrededor del entonces candidato Gustavo Petro, ha evolucionado hacia una estructura fragmentada y conflictiva.
Según Guerrero, la izquierda pasó de ser un grupo compacto a subdividirse en al menos tres grandes bloques para 2025:
1. Los petristas leales: Un grupo que sigue defendiendo la gestión del presidente, aunque con menor intensidad y menor volumen de interacciones. Representan el 15% de la conversación de la izquierda, pero su capacidad de amplificación es limitada.
2. Los críticos internos: Aquí se ubican figuras que antes eran aliados, pero que ahora marcan distancia de la gestión de Petro. Son el grupo más activo dentro de la izquierda, con un 55% de las interacciones.
3. La nueva izquierda alternativa: Un segmento que busca desmarcarse de Petro y de la estructura política tradicional, intentando capitalizar el descontento.
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¿Bolívar, líder o figura desgastada?
Uno de los personajes que más se ha beneficiado de la fractura en la izquierda es Gustavo Bolívar.
Esteban Guerrero explicó que, tras su salida del Senado y su intento de llegar a la Alcaldía de Bogotá en 2023, Bolívar ha construido un ecosistema digital propio que lo posiciona como un referente del “cambio verdadero”.
Sin embargo, su narrativa ha encontrado límites.
“Bolívar sigue anclado a Petro, pero busca diferenciarse para no cargar con el desgaste del gobierno”, dijo Guerrero.
Los datos lo respaldan: su burbuja de influencia ha crecido un 30% en los últimos seis meses, pero su nivel de credibilidad no ha aumentado de la misma forma.
Las menciones a Bolívar se dividen casi en partes iguales entre positivas y negativas, lo que sugiere que su figura genera tanto respaldo como rechazo dentro de la izquierda.
Guerrero lo describe como “una figura en tránsito”: aún no logra consolidarse como una alternativa real, pero tampoco se ha diluido en el debate político.
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Más ruido, menos cohesión
En términos de volumen de conversación, la izquierda sigue dominando el espectro político en redes.
En enero de 2025, acumuló el 55% de las interacciones dentro del debate político digital, frente a un 40% de la derecha y un 5% del centro.
Pero esta mayor presencia no se traduce en cohesión.
Según Guerrero, “la izquierda ya no es una sola conversación, sino múltiples diálogos superpuestos que muchas veces chocan entre sí”.
El caso de Bolívar es un reflejo de esto: mientras su discurso sigue apelando a las bases petristas, su relación con el gobierno de Petro es ambigua.
Por momentos lo respalda, pero también marca distancias estratégicas.
Esta fragmentación es una de las razones por las cuales el oficialismo ha perdido capacidad de respuesta ante la oposición.
Antes, Petro tenía una estructura digital fuerte y unificada; hoy, enfrenta una base dispersa, donde cada actor intenta definir su propio camino.
Guerrero lo resume así: “La izquierda sigue siendo el grupo con mayor influencia en redes, pero su capacidad de acción conjunta está en crisis. Lo que antes era un bloque ahora son múltiples facciones, cada una con su propia agenda y estrategia”.
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¿Qué sigue para la burbuja de influencia de la izquierda? El desafío para este sector político en 2025 no es solo enfrentar a la derecha, sino resolver sus propios conflictos internos.
Si bien figuras como Gustavo Bolívar buscan posicionarse como alternativas dentro de la misma línea ideológica, su éxito dependerá de si logran canalizar el descontento o si terminan replicando los mismos errores de sus antecesores.
“El péndulo político no solo oscila entre derecha e izquierda, sino también dentro de cada bando”, concluyó Guerrero. Y en el caso de la izquierda, ese péndulo se mueve con una velocidad que hace difícil predecir hacia dónde terminará inclinándose.