¿Petro renunciará para hacer campaña?

Por: Mauricio Ríos Giraldo

En los altos círculos de la política nacional se comenzó a hablar de una arriesgada apuesta electoral con la que el presidente Gustavo Petro se jugaría el todo por el todo con el propósito de que el gobierno nacional continúe en manos del Pacto Histórico.

El plan, no confirmado –y del que sólo habría conocimiento público a comienzos de 2026- consistiría en que el presidente renuncie a su cargo…

Pero no sería una renuncia como la soñada por la oposición, porque lejos de dejar su cargo para irse, sería con el propósito de quedarse. Veamos:

Lo que se habría planteado es la posibilidad de que el presidente Gustavo Petro renuncie antes de las elecciones legislativas para hacer campaña por las listas del Pacto Histórico a Cámara y Senado, pero, sobre todo, para recorrer el país con quien sea el candidato o la candidata del petrismo a la Presidencia de la República.

¿Por qué hay quienes creen que esta es la salida para que el petrismo mantenga el poder? Primero, porque el tiempo para revivir la figura de la reelección se agota y no es seguro que se pueda lograr…

Además, porque ante las críticas hechas por quienes ligan la idea de la asamblea constituyente al propósito de revivir la reelección, el propio mandatario dijo que esa no es su intención.

Sin embargo, el Pacto Histórico tiene un serio problema en materia de relevo electoral, pues la única figura que unifica a la izquierda y mueve a los jóvenes es Gustavo Petro.

Ya en las elecciones territoriales de 2023, con el fracaso de los candidatos petristas a las alcaldías de ciudades en las que el presidente barrió en 2022, quedó demostrado que hay sectores que sólo le copian a Petro.

Así las cosas, el plan no confirmado, pero planteado, es que Gustavo Petro renuncie y lleve de la mano por todo el país a su candidato o candidata y la vicepresidenta Francia Márquez asuma como presidenta de la República por lo que reste del cuatrienio.

Sería una mezcla de lo que hizo el expresidente Álvaro Uribe con las candidaturas de Óscar Iván Zuluaga e Iván Duque, que sirvió para ganar la primera vuelta en las elecciones de 2014 y ganar la Presidencia en 2018, y la estrategia que aplicó el exalcalde Daniel Quintero en Medellín el año pasado, que fue un fracaso electoral mayúsculo.

Pero Petro no es Uribe ni tampoco Quintero…

Por el momento, lo único cierto –y se vio este miércoles 1 de mayo- es que Petro cada vez actúa más como si estuviera en campaña y tiene claro que el escenario que más le conviene es el mismo que lo llevó a la Presidencia en 2022: estimular la polarización.