Vicky le apuesta a ganar en primera vuelta: ¿es posible?

Aunque – cuando faltan 16 meses para las elecciones presidenciales- las encuestas que miden la intención de voto no muestran que haya un candidato que pueda sumar los votos necesarios para ganar en primera vuelta, hay una campaña que está trabajando por ese objetivo…

Esa es la apuesta del equipo de Vicky Dávila, quien hace pocos días lo dijo públicamente a través de la res social X:

“Vamos a ganar en primera vuelta, sin los mismos politiqueros de siempre, sin mafias, sin contratistas, sin la danza de los millones… Todos juntos!!!”

¿Es posible ganar en primera vuelta? La respuesta es clara: sí, pero es difícil, como lo muestran el histórico de resultados electorales. Veamos:

Desde que se implementó la segunda vuelta para las elecciones presidenciales en Colombia, esta figura se ha aplicado en seis oportunidades: 1994, 1998, 2010, 2014, 2018 y 2022.

Solo en dos casos, en 2002 y 2006, cuando Álvaro Uribe Vélez fue elegido y reelegido presidente de la República, las elecciones se definieron en primera vuelta…

En 2002, Uribe obtuvo el 54.51% de los votos y en 2006 subió al 62,35%.

La segunda vuelta electoral, también conocida como balotaje -del francés “ballottage”-, es un mecanismo electoral que se originó en el siglo XIX en Francia, con el propósito de garantizar, cuando hay escenarios de dispersión electoral, que el candidato ganador cuente con una mayoría absoluta -más del 50% de los votos- y asegurar así una mayor representatividad y gobernabilidad.

Hoy, el escenario electoral en Colombia es muy disperso y, si no se realizan consultas interpartidistas u otros procesos –como encuestas o acuerdos-, se podría llegar a la primera vuelta con un escenario que dificultaría que alguno de los candidatos logre la mitad más uno de los votos.

En el caso de Vicky Dávila, por ejemplo, la llegada a primera vuelta de candidaturas que apunten a su mismo nicho electoral –como la de Germán Vargas y de quien sea el candidato del Centro Democrático- dificultarían su objetivo…

Pero, si en el tiempo que falta para la primera vuelta, la periodista logra quedarse como la única opción de oposición, podría acercarse a su objetivo. Esto apenas comienza.

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