Cali, noviembre 7 de 2024. Actualizado: miércoles, noviembre 6, 2024 23:42
¿Vuelven Peláez y Gardeazábal?
Este miércoles 6 de noviembre, en Tuluá, se celebró con una frijolada la llegada de Gustavo Álvarez Gardeazábal a su crónica número mil, evento que se convirtió en noticia por partida doble…
La primera y obvia razón es por la impresionante vigencia del escritor tulueño, pues, a través de sus crónicas diarias, que se reproducen en varios formatos a lo largo y ancho del país, ha logrado mantenerse y consolidarse como uno de los opinadores más leídos, escuchados y, por lo tanto, influyentes de Colombia.
La segunda es que, en el evento, se supo que existe una provocativa oferta para que Hernán Peláez y Gustavo Gardezábal vuelvan a hacer un programa juntos…
¿De qué se trata? Aunque los detalle sobre el tema son mantenidos en absoluta reserva, Graffiti logró conocer algunos:
La idea es que estos dos gigantes de la comunicación realicen un programa que se emitiría en video a través de plataformas digitales –Peláez desde Bogotá y Gardeazábal desde Tuluá, como lo hacían en La Luciérnaga- en el que hablen de temas de actualidad, den primicias, polemicen, analicen, cuenten anécdotas, etc…
Hernán Peláez y Gustavo Álvarez Gardeazábal hicieron historia en la radio colombiana cuando formaron una mancuerna en La Luciérnaga, de Caracol radio, durante diez años –entre 2004 y 2014-; después hicieron un podcast durante un año y, desde entonces, el público reclama su regreso… ¿Lograrán convencerlos?
Con la llegada de Juan Lozano a la dirección de la FM y el sistema informativo de RCN radio, y el exitoso programa digital de María Elvira Samper y Yolanda Ruiz –Menopáusicas y qué- hay una tendencia al regreso de las grandes figuras al aire.
Mil crónicas
El 21 de marzo de 2020, 15 días después de la aparición del primer caso de covid-19 en Colombia y cuando las restricciones para evitar el contagio del virus comenzaban, Gustavo Álvarez Gardeazábal sorprendió a sus seguidores en las redes sociales y a sus contactos de WhatsApp con la primera Crónica del Enchuspado.
Sólo un día después de que el gobierno nacional decretara el aislamiento para los mayores de 70 años de edad, el escritor abrió una ventana que le permitió mantener contacto con el mundo exterior durante el aislamiento, el cual cumplió rigurosamente en su finca, El Porce.
Gardeazábal se convirtió, entonces, con su estilo crítico y sin filtro alguno, en el cronista de esa nueva y extraña realidad marcada por el aislamiento.
Cuando terminó el aislamiento obligatorio, el escritor anunció el fin de las Crónicas del Enchuspado, pero muchos de quienes lo leyeron o escucharon a lo largo de las 164 ediciones se manifestaron para pedirle que siguiera, y fue entonces cuando, libre del “enchuspamiento”, comenzó a publicar, de lunes a viernes, las Crónicas de Gardeazábal, que ayer llegaron al número mil.
El autor no escribe ni lee sus crónicas para algún medio en particular.
El audio y el texto, que cada mañana sube a Youtube y comparte a sus contactos de WhatsApp, son multiplicados por una gran cantidad de medios de comunicación.
Son tantos que ni el mismo escritor sabe cuántos, pero el cálculo indica que, por lo menos, 200 mil personas leen o escuchan sus crónicas todos los días.
Así, medios tan diversos y que originan desde distintos puntos de la geografía nacional, como Violeta Stereo, en Casanare; Don Tamalio, en Ibagué; el Informativo del Guaico y Testimonio, en Nariño; Proclama, en el Cauca; Cali 24 horas, Full Cali y el Diario Occidente, en el Valle del Cauca; Juan Paz y Ruta Noticias, en Antioquia; Barrancabermeja News, en Santander, publican o emiten sus crónicas de lunes a viernes.
En Barranquilla, Armenia, Pereira, Manizales y Apartadó también hay portales y emisoras que incluyen la opinión diaria de Gardeazábal en sus contenidos, al igual que lo hacen medios nacionales como Las Dos Orillas y otros como El Tiempo y revista Semana que, dependiendo del tema, lo publican.
Ante el éxito de Las crónicas de Gardeazábal, en 2022 se editó un libro recopilatorio homónimo con las mejores…
¡Que vengan muchas más crónicas de Gardeazábal!