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Análisis de la película de Disney

Encanto sí tiene un villano, la violencia en Colombia

Encanto sí tiene un villano, la violencia en Colombia
lunes 17 de enero, 2022

Por: María Esmeral Henriquez

La productora Disney es, sin lugar a dudas, una de las firmas más importantes del cine norteamericano, y Walt Disney fue un genio de la cinematografía, verdadero maestro de la retórica. La última película de esta empresa cinematográfica, Encanto es una prueba de ello.

Animada en una época que es difícil de identificar, esta obra maestra conmueve, instruye y anima al espectador. Los colores, la alegría de sus personajes, las múltiples referencias a diferentes elementos de nuestra cultura hacen que los colombianos nos conectemos con el relato desde nuestra experiencia personal.

Mucho se ha hablado del guion de la película, opiniones divididas entre la aprobación o la decepción. Algunos de los comentarios que más he oído es la recurrente comparación con la película Coco, la otra obra maestra de Disney animada en Latinoamérica, cuya trama se percibe como más robusta y profunda que la de Encanto. Nada podría ser más lejano de la realidad, si bien ambos guiones son extremadamente existencialistas, al mejor estilo de Jean-Paul Sartre, cada uno de ellos busca responder a cuestionamientos distintos.

Encanto comienza mostrándonos la relación que existe entre la pareja protagonista, la abuela Alma y su nieta Mirabel. En la primera escena vemos cómo Alma introduce a la pequeña Mirabel, y al espectador, al universo mágico de la familia Madrigal. Ella le cuenta que el milagro se dio en un momento de dolor al perder al abuelo Pedro. En esta escena, la abuela es la figura dominante, una guía que encarna la sabiduría que se adquiere con la edad.

Los roles se invierten al final de la película cuando es Mirabel la que guía a su abuela al interior del río y le muestra cuánto entiende su sufrimiento y el por qué de sus acciones. La trama de la película se desarrolla entre estos dos momentos y no podría ser una trama más colombiana. Encanto cuenta la historia de una familia ¿Hay algo más colombiano que la importancia que le damos a la familia? Nuestras telenovelas, nuestra literatura, nuestras celebraciones, la vida cotidiana de todos los colombianos gira alrededor de la familia.

En la película parecería no haber un villano. La familia, en un principio se nos muestra completamente feliz y es poco a poco que el guion nos introduce los conflictos que viven algunos de los personajes. Todos tienen un fondo en común: la magia como determinador de identidad.

La persona es su don, y sus habilidades, o la falta de ellas, determinan quién es y cómo es visto por los demás integrantes de la familia y del pueblo. Lo que termina siendo una carga para Mirabel, Luisa, Isabela y Bruno. La crisis de identidad es la pregunta existencialista por excelencia.

Encanto nos muestra poco a poco que los Madrigal, alegres, solidarios, amorosos los unos con los otros, son una familia disfuncional, fracturada en lo más profundo de sí. Las grietas de la casa reflejan los conflictos internos de cada uno de los personajes, y los conflictos de los unos con los otros. Con el paso del tiempo estas grietas se hacen cada vez más visibles y profundas, dañando la estructura de la casa, es decir de la familia.

La pregunta sería entonces ¿cuál es el origen de esos conflictos? Y es en este punto donde los realizadores de Disney muestran el gran dominio de la retórica, porque la respuesta no es evidente: El dolor y el miedo de la Abuela. Alma es una sobreviviente herida que vive en el miedo. Un dolor y un miedo tan grandes como el amor que siente por su familia.

Esos sentimientos son completamente desconocidos por los otros miembros de su familia, que conocen la historia de su abuelo Pedro, pero que no la vivieron. “Si la familia supiera cuán vulnerables somos en realidad”. Alma sabe que por fuera de las montañas de Encanto hay un mundo de dolor, y no es cualquier dolor, es el peor dolor que existe: la guerra. Y esta ha sido cíclica en Colombia desde el siglo XIX.

¿Qué fractura a una familia? ¿Qué fractura a una sociedad? La violencia. Podríamos pensar que después del asesinato de Pedro, la abuela Alma se reconstruye dentro de una especie de estrés postraumático. De todos los miembros de la familia ella es la única que guarda vivo en su memoria el momento en el que ve al amor de su vida ser asesinado cobardemente cuando intentaba defenderla. Es muy lógico que Alma quiera proteger a toda costa a sus hijos y sus nietos de ese tipo de dolor. Pero el resto de familia no lo ve, no puede ver ese miedo y ese dolor porque no lo han vivido, solo ven la presión que ella ejerce sobre ellos para proteger y hacer más fuerte al Encanto. Y a su vez Alma no ve que la presión que ella ejerce sobre su familia les hace daño.

Es por eso que Disney nos presenta a una heroína con gafas, Mirabel puede ver lo que otros no ven. Ella ve las grietas aparecer durante la pedida de mano de Isabela, sin saber que en realidad esas grietas son porque su hermana no quiere casarse, y también las ve desaparecer cuando finalmente la abraza. Ve la mariposa en la visión de Bruno y lo guía para que encuentre la respuesta. Y finalmente ve el dolor y el miedo de su abuela cuando ella le cuenta cómo fue que recibieron el milagro. Además los colombianos siempre han vivido bajo el miedo urbano y el rural.

Una de las lecciones más bonitas de la película es la necesidad de conocer la historia de las víctimas para poder reconstruir ¿les suena familiar? El relato llega su punto más importante cuando Mirabel dice “Abuela, ya puedo entender. Tú perdiste tu hogar. Todo lo perdiste. Has sufrido tanto abuela, tú sola, para que no volviera a pasar nunca. Nos salvamos gracias a ti. Se nos concedió un milagro gracias a ti. Somos una familia y todo gracias a ti. Y no hay nada que se pueda derrumbar que no arreglemos juntos” Si eso no es un retrato crudo, profundo y verás de la realidad colombiana entonces yo no sé qué podría serlo.

Encanto nos muestra el villano, una guerra que destroza las familias y la sociedad entera, que la divide, la enceguece y le quita la capacidad de entenderse a sí misma. Eso es lo que estamos viviendo hoy, estamos divididos y no nos entendemos los unos a los otros. Y el guion es tan generoso que nos da la respuesta al problema: conocer la historia de los sobrevivientes. Entender su miedo, su dolor. Cuando las nuevas generaciones tienen que construir sobre escombros, es necesario saber y entender de dónde vienen esos escombros, qué los ocasionó.

Yo me imagino que a Disney le quedaba muy difícil hacer una película con paramilitares, guerrilleros y falsos positivos, en la que se hace una apología en pro del retrato de las víctimas de la violencia en Colombia. Ningún comité de producción habría aprobado un guion semejante. Ahí está la magia, porque esa es la realidad colombiana, ese es nuestro pasado, nuestro presente y al parecer será nuestro futuro.

Encanto es una película contestataria sin caer en lo político, es la voz de la víctima. Para enviar su mensaje Disney nos transportó en el tiempo, nos llevó a una época que no podemos identificar con exactitud. Le quitó el rostro al villano, y eso lo llenó de fuerza. Porque no importa quién empuñe el machete, o quienes sean los que queman pueblos enteros, a qué bando pertenezcan, el dolor y el miedo siempre serán los mismos. La guerra es guerra sin importar de quién venga. La abuela Alma, como su nombre lo indica, es el alma de todos los colombianos, dolida, fragmentada y llena de miedo.

Historiadora de Arte especializada en epistemología visual y pragmática de la imagen. Doctorante en Historia y Civilizaciones en la École des Hautes Études en Sciences Sociales, París; Investigadora del Centro de Investigaciones Históricas del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, Francia

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