Cali, julio 6 de 2025. Actualizado: viernes, julio 4, 2025 23:24

Y que nadie quiere aceptar

Baba de caracol, leche materna y orina humana: el remedio casero más extraño y efectivo

Baba de caracol, leche materna y orina humana: el remedio casero más extraño y efectivo
Foto: Pexels
sábado 5 de julio, 2025

Los remedios caseros existen desde antes que la medicina moderna.

Y aunque muchos han sido desmitificados por la ciencia, otros siguen sorprendiendo… incluso a los investigadores.

Hoy, hablaremos de uno de los más raros, más antiguos y —aunque te cueste creerlo— más efectivos: la orina humana.

Sí, leíste bien.

La llamada uroterapia consiste en el uso de orina con fines terapéuticos.

No es una invención moderna, ni una excentricidad marginal.

Culturas como la hindú, la china, la egipcia y la indígena americana la han usado durante siglos.

De hecho, el Damar Tantra, un texto sánscrito de más de 2.000 años, detalla métodos de ayuno y autocuración con orina.

¿Por qué alguien usaría orina como remedio?

La orina humana, aunque nos parezca un desecho, es en realidad un destilado sanguíneo.

Contiene hormonas, enzimas, minerales, anticuerpos y compuestos que el cuerpo excreta no porque sean “basura”, sino porque ya fueron utilizados.

En pequeñas cantidades, reintroducirla puede tener efectos inmunológicos sorprendentes.

Uno de los usos más documentados es la aplicación tópica en quemaduras, acné, hongos y picaduras.

Incluso algunos dermatólogos en la India han reconocido su eficacia como tratamiento para eccemas y psoriasis leve.

También se ha utilizado para tratar infecciones, fortalecer el sistema inmune e incluso como enjuague bucal para curar aftas o gingivitis.

Casos anecdóticos —pero muy difundidos— relatan que en zonas rurales de América Latina y Asia, personas se han curado de afecciones virales usando pequeñas cantidades de orina en ayunas.

Otros la han usado en microdosis para aliviar alergias estacionales o desequilibrios hormonales.

La ciencia médica tradicional aún no respalda su ingesta, pero estudios preliminares han encontrado compuestos antibacterianos y antivirales en la orina.

También contiene pequeñas dosis de anticuerpos IgA, que podrían estimular una respuesta inmune si se reintroducen al cuerpo.

¿Entonces por qué genera tanto rechazo?

Por el tabú cultural. Asociamos la orina con suciedad, vergüenza, desecho.

Pero lo que el cuerpo elimina no siempre es basura.

La leche materna, por ejemplo, también contiene urea, ácidos grasos y enzimas que se encuentran en la orina.

Y nadie se escandaliza por eso.

Otros productos de belleza han superado el tabú sin problema: la baba de caracol, el colágeno de placenta o la mascarilla de esperma de toro (sí, existe y se usa en salones de lujo). Pero la orina aún se considera límite.

¿Significa esto que deberíamos tomarla sin pensar? No. No es para todos.

Hay condiciones médicas que lo desaconsejan (como infecciones urinarias, enfermedades renales o diabetes mal controlada).

Y siempre debe ser orina propia, fresca y en condiciones de salud óptima.

Si se usa, debe ser:

La primera orina de la mañana, descartando el primer chorro.

Aplicada tópicamente o en microdosis orales bajo guía.

Nunca en grandes cantidades ni como reemplazo de medicamentos sin respaldo.

Más allá de lo extraño, la uroterapia nos invita a cuestionar lo que hemos aprendido sobre el cuerpo.

¿Y si aquello que rechazamos es justo lo que puede sanarnos? ¿Y si la naturaleza no se equivoca?

Porque al final, el remedio más raro… podría ser el más cercano.

Solo necesitas abrir la mente.

Baba de caracol

El secreto regenerador que cruzó del bosque al tocador

Durante siglos, los caracoles han vivido tranquilos en la naturaleza… hasta que alguien notó algo extraño: cuando se herían, su piel se regeneraba con una rapidez asombrosa.

Así nació el interés por la baba de caracol, primero en la cosmética coreana y luego en la dermatología global.

La baba —que el caracol libera al desplazarse— contiene alantoína, colágeno, elastina, ácido glicólico y proteínas regenerativas.

Estos compuestos ayudan a cicatrizar heridas, suavizar arrugas, reducir manchas y calmar irritaciones.

Aunque suena como una moda estética, la ciencia ha confirmado sus beneficios en tratamientos para acné, quemaduras leves y piel con cicatrices.

Lo más interesante es que muchas personas en zonas rurales la aplicaban directamente del caracol a la piel, especialmente en quemaduras.

Hoy en día, se consigue en sérums y cremas, pero la práctica original era 100% casera. Natural, viscosa, y sorprendentemente efectiva.

Leche materna: el primer y más poderoso remedio de la vida

Tal vez no lo veas como un “remedio casero”, pero la leche materna es una de las sustancias más completas y curativas que existen.

No solo alimenta: también protege, regenera y sana.

Tiene anticuerpos, grasas inmunológicas, enzimas, lactoferrina, agua estructurada y células madre.

Y su poder no se limita a los bebés: en muchos hogares, se ha usado como colirio para conjuntivitis, cicatrizante de pezones agrietados, tratamiento para eccema y hasta alivio de infecciones de oído.

En comunidades indígenas y rurales, la leche materna se usaba como antibiótico natural, especialmente cuando no había acceso a medicina.

Aplicada en heridas, ojos inflamados o picaduras, funcionaba como un bálsamo sanador.

Incluso hoy, en foros de maternidad consciente, muchas mujeres comparten su uso como tratamiento natural para dermatitis, hongos y quemaduras solares.

Es el primer alimento que recibimos… y también el primer remedio que nos ofrecieron.


Baba de caracol, leche materna y orina humana: el remedio casero más extraño y efectivo

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