Clama: la marca que nació del abismo y florecerá en Milán

Por fin entendí que la moda también puede ser oración. Y que de los sótanos también se puede salir bordando luz.

Desde un taller de diseño en Cali hasta una pasarela en Milán. Así podría resumirse el recorrido de Clama, la firma de moda femenina creada por Claudia Isaza y Manuela Herrera, madre e hija que convirtieron el duelo en diseño, el vacío en estructura y la tristeza en belleza.

Pero esta no es solo una historia de emprendimiento o de éxito. Es, sobre todo, una historia de renacimiento emocional.

En 2023, Claudia atravesaba uno de los momentos más oscuros de su vida. Su hijo había partido a Brasil a perseguir su sueño como futbolista y, días después, su suegra —a quien consideraba una segunda madre— falleció inesperadamente.

En medio de ese torbellino emocional, Claudia enfrentó un trastorno alimenticio que la arrastró a los rincones más oscuros de su salud mental.

“Viví un infierno. Me hundí en sótanos muy oscuros, en la tristeza, en el desorden. Pero algo dentro de mí, una vocecita, me pedía que no soltara la cuerda”, confiesa.

Fue esa misma voz la que, guiada por terapia, espiritualidad y un proceso de introspección profundo, la llevó a retomar una idea que siempre había habitado su corazón: crear una marca de ropa. Pero no cualquier marca. Una que vistiera desde el alma.

El verbo clamar

Cuando decidió invitar a su hija Manuela a sumarse al proyecto, la idea cobró estructura. Claudia era la creatividad pura, la visión estética. Manuela, metódica, ordenada, trajo el enfoque empresarial. Juntas comenzaron a construir.

El nombre lo encontró una noche jugando con letras: CLAudia + MAnuela = CLAMA. Pero pronto se dio cuenta de algo más profundo: clama es también del verbo clamar, y eso era lo que había estado haciendo todo ese tiempo: clamar a Dios, a la vida, por una nueva oportunidad. Ese llamado fue escuchado.

Milán en el horizonte

Dos años después de ese renacimiento emocional y creativo, en plena participación en Distrito Moda Gourmet 2025, Claudia recibió un mensaje en Instagram.

Estaba en inglés, pero las palabras fueron claras: Invitation. Milán Fashion Week. Al principio pensó que era un error. Luego, creyó que era un fraude. Pero no. Era real.

Una curadora de moda en Italia había descubierto Clama en redes y quedó cautivada por su estética.

Por sus camisas estructuradas. Por los cuellos trabajados. Por la feminidad recobrada en cada pieza. Por su autenticidad.

“Dijo que nuestra ropa recuperaba la elegancia, la belleza, la estructura… Que se notaba que era una marca hecha desde el alma. Yo solo lloraba. No podía creerlo”, recuerda Claudia.

El 27 de septiembre de 2025, Clama desfilará en la Semana de la Moda de Milán, uno de los escenarios más prestigiosos del planeta. Y no será solo una colección: será un testimonio.

Raíces del Alma

La colección que presentarán se titula Raíces del Alma, una oda a Colombia y a los caminos internos que toda mujer recorre cuando decide reconstruirse.

Con textiles de inspiración artesanal, siluetas contemporáneas y una narrativa visual cargada de emociones, la propuesta es tanto una pasarela como una confesión.

“Cada prenda cuenta una parte de nosotras, de nuestras raíces, de nuestras heridas, pero también de nuestra esperanza. Esta colección es una oración hecha moda”, dice Manuela.

Desde el Valle del Cauca hasta el corazón de Italia, la colección llevará en sus hilos los recuerdos de las montañas, la música del Caribe, la memoria de las abuelas, el aroma de la tierra caliente.

Porque eso es Clama: una marca que no solo diseña ropa, sino que narra vidas.

Aplaudirse por dentro

“Por primera vez en mi vida, me he aplaudido”, dice Claudia. Y no es una frase menor. Después de años cuidando de todos menos de sí misma, Claudia aprendió a reconocerse. A mirarse con compasión. A vestirse, por dentro y por fuera, con amor.

Hoy sigue trabajando en sí misma. Los atracones no han desaparecido del todo, pero ya no tienen el mismo poder.

La moda, el arte, su hija, su fe y su marca le han devuelto la dignidad emocional que creía perdida.

Clama no es solo una marca que llega a Milán. Es una historia que muchas mujeres entienden sin necesidad de palabras.

Una historia que confirma que los sueños no nacen de la perfección, sino de la sinceridad. Que el éxito verdadero es aprender a tejerse a sí misma, puntada a puntada, hasta que el alma vuelve a sentirse en casa.

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