Cali, enero 22 de 2025. Actualizado: miércoles, enero 22, 2025 00:49

Guía para mantenerse seguro en el regreso de vacaciones

¿Cuándo cambiar las llantas y cuáles son los signos de alarma?

¿Cuándo cambiar las llantas y cuáles son los signos de alarma?
Foto: oficina de prensa
miércoles 22 de enero, 2025

Las llantas de un vehículo son componentes clave para la seguridad en carretera, y es fundamental estar atento a los signos que indiquen su desgaste.

De acuerdo con la normativa legal, una llanta de auto o camioneta debe reemplazarse cuando la profundidad de su banda de rodamiento es inferior a 1,6 mm, un umbral mínimo que puede comprobarse gracias a los indicadores de desgaste, pequeñas protuberancias ubicadas en las ranuras de la banda de rodamiento que marcan la profundidad.

En el caso de las llantas Michelin, se ubica un muñeco Michelin en el costado de la llanta que facilitan identificar estos indicadores en la banda de rodamiento.

Además de verificar la profundidad de la banda de rodamiento, existen otros signos visuales clave que advierten el desgaste o daño en las llantas:

Profundidad de la banda de rodamiento por debajo del mínimo legal (1,6 mm para automóviles y camionetas y 0,8mm para llantas de motos).

Desgarros, cortes o grietas visibles en los costados de la llanta.

Manchas o áreas decoloradas en el caucho.

Abultamientos o deformaciones en el lateral de la llanta, lo que puede indicar daño en la estructura de la llanta.

Exposición de lonas en la banda de rodamiento debido a daños o desgaste extremo.

Desprendimientos o separación de partes en la banda de rodamiento.

Identificar estos signos de forma oportuna es clave para evitar accidentes y mantener el óptimo desempeño del vehículo en carretera.

¿Qué tan importante es el desgaste de la banda de rodadura?

El desgaste de la banda de rodamiento es uno de los principales indicadores para determinar la seguridad de una llanta.

Esta banda es la única área que entra en contacto directo con la carretera, lo que la convierte en una pieza vital para el correcto funcionamiento del vehículo, especialmente en condiciones de frenado en piso mojado o zonas donde se necesite mayor tracción.

Para facilitar la identificación de su nivel de desgaste, las llantas incorporan indicadores espaciados uniformemente a lo largo de sus ranuras, que permiten medir la profundidad de manera práctica.

En las llantas Michelin para autos de pasajeros, incluso puedes encontrar el famoso muñeco Michelin, una marca grabada que facilita ubicar estos indicadores.

Si la banda de rodamiento presenta una profundidad cercana o inferior a 1,6 mm, la capacidad de la llanta para evacuar agua, traccionar y frenar se ve gravemente afectada, lo que puede comprometer tu seguridad.

Por ello, es crucial revisar periódicamente las llantas para detectar cualquier signo de desgaste prematuro y reemplazar las que ya no estén en condiciones óptimas.

¿Existen otros factores, además del desgaste visible?

Aunque el desgaste visible es uno de los indicadores más obvios, existen otros factores que podrían comprometer la integridad y seguridad de una llanta:

Daños internos por impacto: Golpes fuertes contra baches, bordillos o superficies irregulares pueden causar daños internos que no siempre son visibles a simple vista, pero que afectan la estructura de la llanta.

Estos daños pueden hacer que la llanta sea vulnerable a un reventón.

Si la llanta ha sido rodada con baja presión es necesario desmontarla para verificar el estado del interior de la llanta; si presenta estrías, rajaduras o lonas aparentes se debe cambiar la llanta de inmediato.

Deformaciones: Pueden ocurrir debido a choques repetidos o mal mantenimiento, afectando el balance del vehículo y la seguridad en carretera.

Una protuberancia puede indicar un daño en la estructura de la llanta y en ese caso debe cambiarse por una nueva.

Desgaste irregular: Puede ser causado por alineación incorrecta, presión de inflado incorrecta o suspensión en mal estado.

En ese caso se debe corregir la anomalía y cambiar la llanta en caso de ser necesario.

Corrosión por exposición al clima: En regiones donde el clima y la sal son factores recurrentes, la llanta puede sufrir daños internos debido a la corrosión, afectando su rendimiento.

Si una llanta que muestra los cables en la banda de rodamiento o se ve la banda de rodamiento “torcida” es importante hacerla revisar de un especialista.

Exposición prolongada a condiciones extremas: Las llantas pueden deteriorarse con el tiempo si permanecen bajo el sol o en temperaturas muy altas, incluso si no muestran desgaste visible.

Una llanta al estar expuesta a altas temperaturas o condiciones extremas de ozono, puede presentar pequeñas rajaduras en el fondo de la escultura que son “normales” hasta que alcancen una profundidad menor a 2mm, si las rajaduras son más profundas se debe cambiar la llanta.

Llantas de más de 10 años de fabricación se deben cambiar.

La recomendación de Michelin es que después de 10 años de fabricada la llanta los materiales sufren una degradación natural que por prevención se recomienda cambiar las llantas independientemente del estado aparente en que se encuentren.

Es fundamental realizar revisiones periódicas con profesionales especializados que puedan identificar estos problemas a tiempo.

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