Cali, agosto 26 de 2024. Actualizado: domingo, agosto 25, 2024 23:11

Un siglo del natalicio de dramaturgo caleño

Enrique Buenaventura y la Creación Colectiva

Enrique Buenaventura y la Creación Colectiva
lunes 26 de agosto, 2024

Luis Ángel Muñoz Zúñiga
Especial Diario Occidente

Enrique Buenaventura tuvo ascendencia familiar en una estirpe de intelectuales inmigrantes en el siglo XIX, distinguidos contertulios, deportistas, coleccionistas, historiadores y actores.

Nació en Cali el 23 de agosto de 1924, siendo el sexto de doce hermanos. En su juventud fue gran deportista, estudió en el Colegio de Santa Librada, institución republicana a la que representó en los primeros juegos deportivos nacionales y que la retribuyó coronándose campeón en natación.

El museo de la pedagogía de esa institución conserva sus preseas y sus cuadernos que evidencian pertenecieron a un estudiante disciplinado, con pulcra caligrafía y destreza para el dibujo. Graduado bachiller, estudió filosofía y artes en la Universidad Nacional de Bogotá.

Viajó por América Latina con una compañía circense y recorrió varios países centroamericanos como marinero, oportunidades que aprovechó para investigar y recopilar historias y leyendas en Haití y Trinidad. Luego se internó en pueblos chocoanos.

Regresó a Cali en 1945 y dirigió la Escuela de Teatro de Bellas Artes, hasta que fue expulsado por sus obras vanguardistas. En 1955 fundó el Teatro Experimental de Cali.

Falleció en nuestra ciudad el 31 de diciembre de 2003. El TEC continúa bajo la dirección se Jacqueline Vidal, su viuda.

Un siglo del natalicio

El Teatro Municipal de Cali, se autodenomina emblemáticamente con su nombre, en razón a que Enrique Buenaventura, además de haber sido el gran maestro de la dramaturgia en el siglo XX, fue pintor, poeta, investigador, narrador, profesor y director.

Nos dejó como legados: el Teatro Experimental de Cali, la Escuela de Arte Dramático de la Universidad del Valle, el método dramatúrgico de Creación Colectiva y sus obras completas publicadas de manera póstuma. En el museo del TEC están exhibidos sus dibujos, pinturas, esculturas y fotografías.

En su historia el TEC formó a varios actores que después ingresaron a la televisión colombiana y participaron como personajes principales en el cine colombiano y latinoamericano.

Enrique Buenaventura fue pionero del Nuevo Teatro Latinoamericano. Su innovador método de Creación Colectiva, hoy es adoptado para sus montajes por varios grupos en el mundo.

El TEC para la conmemoración de un siglo del natalicio del gran maestro, programó el “Agosto Buenaventuresco”, con funciones especiales de grupos representativos de Cali e invitados de otras ciudades, por ejemplo, entre otros, Esquina Latina, La Máscara, Cali Teatro, Matacandelas, La Candelaria y La Fanfarria.

Movimiento del Nuevo Teatro

En Colombia tradicionalmente se hacía teatro con actores sujetos a un libreto de un dramaturgo y los montajes se hacían fielmente, hasta la representación de tragedias y comedias, obedeciendo la voluntad del director. Así durante muchos años se representaron en las salas de prestigiosos teatros del país las obras clásicas de los grandes dramaturgos de la historia.

Esta tradición fue quebrantada por el maestro Enrique Buenaventura cuando propuso su método de Creación Colectiva y nuevos temas sociales e históricos, que fundamentaron el movimiento del Nuevo Teatro Colombiano, cuyos textos empezaron a construirse mediante el aporte colectivo de los actores.

Al final de las funciones, también se empieza a convocar los foros donde el público expondría sus observaciones críticas y haría propuestas.

“En este proceso de trabajo y sobre todo en base al análisis de los errores y fracasos, nos dimos cuenta de que la necesidad de una verdadera creación colectiva –Enrique Buenaventura explicaba-, es decir, de una participación creadora por parte de todos los integrante, método que cambiaría radicalmente las relaciones de trabajo”.

La Creación Colectiva

Con el nuevo método de Creación Colectiva propuesto por Enrique Buenaventura, un texto teatral ya se tomó como un esquema de conflicto con un cierto orden, que incluso se podía representar sin palabras.

El maestro Buenaventura se lo explicaba a los actores en los ensayos y al público en los foros: “Lo primero es leer el texto en grupo, tratando de entenderlo a nivel lexicográfico.

Lo segundo es analizar la forma específica de narrar del autor, su tratamiento del tiempo y el espacio de los personajes. En trabajos posteriores esta participación se amplía, hasta que finalmente entre en franca contradicción con la concepción del director.

La improvisación se impone como punto de partida del montaje de la obra, es decir que el director deja de ser un intermediario entre el texto y el grupo.

La relación texto/ grupo se vuelve así, una relación directa. Ya no consiste solamente en la improvisación y su conversión en imágenes teatrales.

Debe llenar el vacío de la concepción del director. Esta es la etapa analítica del método hasta que se configure en trabajos sucesivos, de la manera más objetiva posible, es decir, lo más colectiva posible de analizar el texto”.

Enrique, poeta

Enrique Buenaventura, además de unos sesenta textos de teatro, su legado también está representado por dibujos, pinturas, columnas, ensayos, conferencias, crónicas, relatos, narraciones y poemas. Todavía quedan dispersos varios de sus escritos publicados en editoriales de los periódicos, en suplementos literarios y en l revistas de arte, cuyos directores le solicitaban colaboraciones.

El tomo I, “Poemas y Cantares”, Obra completa, publicada en 2004 por la Editorial Universidad de Antioquia, que contiene más de 500 poemas, inicia con dos significativos poemas: “Un poeta”, poema de un solo verso y, continúa con “Préstame idioma”, poema de seis versos.

Estos dos poemas nos fundamentan su acercamiento entre su lírica y su dramaturgia. “Un poeta es un ser/ que hace preguntas con música, / que se divierte en inventar/ musicales preguntas sin respuesta”. (Un poeta).

Préstame idioma

“Préstame idioma, tu herramienta/ tu hacha vertiginosa, tu lámina de saliva,/ tu dulzura de mieles de la reina,/ y tu amargor también y tu escritura, (…) Tu esencia que precede al pensamiento,/ que a su materia y su pulso da la forma,/ préstame tu vuelo lejos de la rama,/ tu profundo navegar con sombra de ballena. / (…) Préstame, idioma, tu alta torre/ con campanas a rebato arremetiendo,/ tus góticos arcos, tus columnas/ que sostienen delicadas y frágiles el cielo. (…) Es prestado, no más, para lavarlo/ de impurezas y pústulas y heridas,/ préstame tu enredadera verde y rosa,/ préstame tus orquídeas robadoras (…) de savias ajenas, préstame idioma/ tus maneras, tus giros invisibles,/ tu esgrima de sables y cuchillos/ y también tu puñal y tu pistola./ (…) Préstame idioma, más de tu nutrido/ arsenal y del jardín de rosas,/ préstame, idioma, tu palabra/ porque quiero decir algunas cosas./ (Préstame idioma).


Enrique Buenaventura y la Creación Colectiva

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