Cali, junio 3 de 2025. Actualizado: lunes, junio 2, 2025 22:05
Relaciones digitales que agotan
Una conexión por WhatsApp podría estar drenando tu energía
¿Terminas de hablar con alguien por WhatsApp y sientes un extraño cansancio mental o emocional? Como si esa conversación, aparentemente simple, te hubiera quitado más energía de la que te dio.
No estás exagerando: una conexión por WhatsApp puede estar drenando tu energía… y tal vez ni lo habías notado.
Vivimos hiperconectados. Contestamos mensajes mientras trabajamos, comemos o intentamos descansar. Sin embargo, no todas las interacciones que tenemos por esta aplicación son saludables.
Algunas, aunque no lo parezcan a simple vista, se convierten en la fuente silenciosa de nuestro agotamiento emocional.
¿Cómo una conversación virtual puede afectar tanto?
La energía emocional es real. Y cada vez que hablamos con alguien, intercambiamos parte de ella. Cuando una persona te demanda atención constante, te envía mensajes cargados de quejas, drama o manipulación sutil, tu energía se desgasta, incluso si estás al otro lado de una pantalla.
Las relaciones tóxicas no solo existen en persona. También están en los chats que respondes por obligación, en los audios que te dejan ansioso, en los mensajes que te generan culpa si no contestas rápido.
Señales de que una conexión te está drenando
Presta atención a estas señales:
- Te sientes agotado luego de cada conversación con esa persona.
- Tienes ansiedad cuando ves una notificación suya.
- Cambias tu estado emocional tras leer sus mensajes.
- Sientes que debes cuidar cada palabra para no “molestar”.
- Aunque no hablen de nada importante, el chat se vuelve una carga.
Este tipo de dinámicas, repetidas día tras día, no solo afectan tu estado de ánimo, sino que pueden interferir con tu concentración, tu sueño e incluso tu autoestima.
¿Por qué seguimos conectados a vínculos que nos dañan?
Muchas veces, por miedo a herir a la otra persona, por costumbre, o por no reconocer que esa relación aunque digital se ha vuelto tóxica.
También puede haber dependencia emocional o la necesidad de aprobación constante.
El problema es que, aunque la conversación parezca “normal“, su efecto energético es real. Y si no ponemos límites, terminamos drenados, irritables y desconectados de nosotros mismos.
Cómo proteger tu energía sin culpa
No necesitas hacer un drama ni desaparecer del mapa. Aquí tienes algunas estrategias:
- Pon límites claros: No estás obligado/a a responder de inmediato. Si un chat te genera tensión, tómate tu tiempo.
- Silencia notificaciones: No todo requiere atención en tiempo real. Prioriza tu paz mental.
- Evalúa el contenido emocional: Si las conversaciones solo giran en torno a quejas, críticas o presión, es momento de tomar distancia.
- Comunica con honestidad: Puedes decir “necesito desconectarme un poco” o “hoy prefiero hablar más tarde”. No necesitas justificarte.
- Cultiva relaciones que nutren: Agradece y fortalece esos vínculos que te hacen sentir bien, incluso a través del chat.
La desconexión también es autocuidado
Proteger tu energía no es egoísmo, es salud emocional. Estar disponible para todos todo el tiempo solo genera agotamiento.
Aprender a filtrar qué conversaciones merecen tu tiempo y tu atención es una forma poderosa de reconectar contigo mismo.
Tu celular puede ser una herramienta de conexión… o una fuente de desgaste silencioso. Si una conversación por WhatsApp te deja con menos energía de la que tenías antes, escucha esa señal.
No todo vínculo es sano, aunque venga con emojis y palabras amables.
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*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.