Cali, septiembre 25 de 2025. Actualizado: miércoles, septiembre 24, 2025 23:22
¿Puedes no dormir bien porque tus abuelos tampoco lo hacían?
Qué es el insomnio heredado
Dormir mal es casi una epidemia moderna: millones de personas alrededor del mundo luchan cada noche contra el insomnio.
Pero, ¿y si la raíz del problema no estuviera solo en la cafeína, las pantallas o el estrés laboral? Cada vez más estudios sugieren que el insomnio puede heredarse, no solo a través de los genes, sino también por traumas y hábitos transmitidos de generación en generación.
Investigaciones han identificado variaciones en ciertos genes que influyen en los ritmos circadianos —el reloj interno que regula el sueño—.
Si tu madre o tu padre eran “malos dormidores”, es más probable que tú también lo seas. Se estima que hasta un 35% del riesgo de insomnio tiene base genética.
La herencia invisible: epigenética y trauma
Más allá de los genes, está la epigenética: marcas químicas que se graban en el ADN debido a experiencias de vida.
Un abuelo que vivió en guerra, un padre que trabajó turnos nocturnos, una madre que sufrió ansiedad crónica… esas huellas pueden transmitirse y afectar cómo funciona tu cerebro y tu sueño.
En la práctica, tu insomnio podría ser un eco de la vigilia forzada de tus ancestros.
Testimonios reales
“Mi abuela siempre decía que a las 3 a.m. estaba despierta. Yo pensé que era normal hasta que me di cuenta de que también me pasa”.
“Mi madre se dormía con la radio prendida; yo hago lo mismo, siento que el silencio me persigue”.
Las rutinas familiares, incluso las pequeñas manías de dormir, se convierten en patrones heredados.
Vivir en casas donde el insomnio es común crea un ambiente predispuesto: luces encendidas, conversaciones nocturnas, horarios irregulares. No solo heredamos genes, heredamos contextos.
¿Se puede romper la cadena?
Sí. El hecho de que exista una predisposición no significa condena. Algunas recomendaciones:
- Crear rutinas de sueño constantes, aunque nunca hayan existido en tu familia.
- Terapia cognitivo-conductual para insomnio (CBT-I).
- Meditación y respiración profunda para calmar el sistema nervioso.
- Revisar deficiencias nutricionales (magnesio, vitamina D).
Quizás tu insomnio no comenzó contigo. Tal vez llevas noches en vela que empezaron mucho antes de que nacieras. Reconocerlo no es resignarse, sino el primer paso para cambiar el destino: dormir bien, aunque tus ancestros no lo hayan logrado.
Este artículo fue elaborado por el Diario Occidente apoyado por la inteligencia artificial.
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