Cali, mayo 12 de 2025. Actualizado: domingo, mayo 11, 2025 22:49

“La misión de la Iglesia es dar testimonio donde la fe parece absurda”

Primera homilía pública del Papa León XIV

Primera homilía pública del Papa León XIV
Foto: Vatican News
sábado 10 de mayo, 2025

En un mensaje marcado por la firmeza espiritual y la humildad, el Papa León XIV presidió este lunes la Misa Pro Ecclesia junto a los cardenales en la Capilla Sixtina.

Fue su primera homilía pública tras ser elegido como el Papa número 267 en la historia de la Iglesia. El nuevo Pontífice centró su mensaje en la necesidad de proclamar el Evangelio incluso en ambientes donde se considera un sinsentido creer en Dios.

El Sumo Pontífice abrió su intervención con unas palabras improvisadas en inglés, agradeciendo a los cardenales por confiarle la misión de guiar a la Iglesia.

“Sé que puedo contar con cada uno de ustedes para caminar conmigo”, dijo ante la mirada atenta del Colegio Cardenalicio.

Luego continuó en italiano con una homilía estructurada que delineó el camino que propone a la Iglesia bajo su liderazgo: una evangelización valiente, centrada en la figura viva de Cristo y no en discursos superficiales.

Evangelizar en tiempos de indiferencia

“El mundo en el que vivimos no siempre es receptivo al mensaje del Evangelio”, advirtió el Papa. Enumeró entornos donde la fe es vista como una debilidad y se exalta en su lugar el poder, el placer o el éxito.

“Hoy también son muchos los contextos en los que la fe cristiana se retiene un absurdo”, dijo, agregando que incluso algunos bautizados viven “un ateísmo de hecho”.

El Papa León XIV aseguró que, precisamente por esa resistencia, la misión evangelizadora es más urgente. “No solo entre los no creyentes —enfatizó— sino también entre muchos bautizados que han reducido a Jesús a un superhombre o líder carismático”.

Compromiso con la fe

El Papa invitó a un compromiso personal con Cristo, partiendo del ejemplo de San Pedro: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.

Este reconocimiento, señaló, no puede quedarse en palabras, sino traducirse en acciones y en un camino cotidiano de conversión. Reiteró que cada miembro de la Iglesia debe anunciar la fe con alegría, aún en medio de la indiferencia o la burla.

Recordó también el testimonio de su predecesor: “Seguimos conservando en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente, del Papa Francisco que bendijo a Roma y al mundo entero en esa mañana de Pascua”.

Que Cristo permanezca

León XIV habló como Sucesor de Pedro, refiriéndose a su nueva misión como obispo de Roma y líder de la Iglesia universal. Citó a San Ignacio de Antioquía: “Seré verdaderamente discípulo de Cristo, cuando el mundo ya no vea más mi cuerpo”.

La frase sirvió para señalar que todo liderazgo en la Iglesia debe estar al servicio de Cristo y no de sí mismo: “Desaparecer para que Cristo permanezca, hacerse pequeño para que Él sea conocido”, expresó.

Pidió a Dios la gracia de mantenerse fiel a esa entrega y confió en la intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, para acompañarlo en esta nueva etapa.

Humanidad santa

El Papa concluyó recordando que Jesús es el único Salvador, quien “nos revela el rostro del Padre” y “nos mostró un modelo de humanidad santa que todos podemos imitar”.

En tiempos donde la humanidad parece extraviada, León XIV subrayó que la misión de la Iglesia es volver a proponer a Cristo como la respuesta a los anhelos más profundos del ser humano.

“Dios se nos reveló en los ojos confiados de un niño, en la mente inquieta de un joven, en los rasgos maduros de un hombre”, recordó, haciendo énfasis en la cercanía y humanidad de Jesús.


Primera homilía pública del Papa León XIV

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