Cali, marzo 12 de 2025. Actualizado: martes, marzo 11, 2025 21:31

Las ondas hertzianas despiertan al mundo

Ecos del Día Mundial de la radio

Ecos del Día Mundial de la radio
Foto: Pixabay
sábado 15 de febrero, 2025

Especial Diario Occidente – Luis Ángel Muñoz Zúñiga

La Asamblea General de las Naciones Unidas, desde 2012, determinó que cada 13 de febrero se celebre el Día Mundial de La Radio.

La UNESCO, en 2011, ya había reconocido y enaltecido la importancia de este medio de comunicación sonoro, electrodoméstico muy popular que desde su aparición se convirtió en herramienta social en las regiones pobres y apartadas del planeta, sobre todo, de cubrimiento regulador en jornadas de ayuda y auxilio en los desastres naturales.

Recién inició el siglo XX el nuevo invento empezó a figurar entre los más útiles de la humanidad.

Tuvo dos pioneros, Rudolph Hertz y Guillermo Marconi, quienes la legan tras complementar saberes.

Hertz, físico alemán, investigó y demostró que el sonido y las voces podían propagarse con ondas sonoras aprovechando el espectro electromagnético.

Marconi, ingeniero eléctrico italiano, quien fundamentado con la teoría hertziana construyó el primer artefacto de radio con el que logró hacer, el 14 de mayo de 1897, la primera transmisión desde mar abierto y una distancia de seis kilómetros.

Ese valioso aporte de la radiotransmisión que innova las comunicaciones y que pronto democratizaría la información, le acreditó en 1909 la obtención del Premio Nobel de Ciencia.

Radio colombiana

En Colombia, desde 1929, las ondas hertzianas, la radiodifusión, despierta y les alegra el día a los radioescuchas.

Llegó al país nueve años después de aparecer en Estados Unidos (1920), Francia (1921) e Inglaterra (1922).

Argentina, en 1922, fue el primer país hispanoamericano que le dio impulso a la radio.

Desde su aparición la radio figura como el medio de comunicación que más rápido se expandió a las comunidades, urbanas y rurales, democratizando la información.

Los primeros equipos para escuchar la radio, que amplificaron las transmisiones, fueron instalados en las esquinas, cafés y demás lugares públicos, aglutinando a la gente ansiosa que empezó a enterarse de las noticias y a oír en directo los discursos del gobierno y demás acontecimientos de importancia.

Aunque en ese tiempo la población accedía a la prensa, la radio fue el medio que verdaderamente democratizó la información, si tenemos en cuenta que en las primeras décadas del siglo XX, eran costosos los periódicos y aún era alto el índice de analfabetismo en Colombia.

La radio llegó hasta los apartados lugares, sin interrumpir las faenas agrícolas, cuando aparece la tecnología de los pequeños transistores de pila y los llevan los jornaleros.

Financiación privada

Los primeros equipos que se conectaron a las ondas hertzianas y que iniciaron la radiodifusión en Colombia, fueron instalados en Puente Aranda, inaugurándose la Emisora HJN, que comenzó a transmitir el 7 de agosto de 1929, bajo la orientación de Daniel Samper Ortega, como director de programación, y Luis Ramírez Arana, jefe técnico.

Pero, desde los inicios de la radio oficial, también surge la privada que pasa a competirle: Colombia Radio Electric Corporation, de propiedad de Gustavo Uribe Thorns y Roberto Jaramillo; La Voz de Colombia, de Jesús Amortegui; Voz de Tunja, de Pompilio Sánchez; las emisoras HKJ y HKK, de propiedad de Antonio Barona y Miguel Rivas, ambas en Cali.

Muy pronto, la radio privada aventajó a la oficial, cuando aprovechó los tiempos de despegue de la industria, de la que recibe financiación en la comercialización de pautas para propaganda.

Aprovechando que las amas de casa, sintonizan la radio desde muy temprano e inician y amenizan los oficios domésticos, las propagandas sonoras son la mejor estrategia de publicidad comercial acogida por los industriales y que será exitosa.

Pero, con el inicio de la televisión que aprovecha la imagen, la radio empezó a perder pautas comerciales.

Programación variada

La programación variada le permitió a la radio, en la segunda mitad del siglo XX, alcanzar su época dorada.

Las emisoras para fortalecer su competencia se asociaron, formándose las cadenas de radio: Todelar, Caracol, Radio Cadena Nacional, Grupo Radial Colombiano, Cadena Super.

Estas se conformaron con radio especializada en su programación: noticieros, musicales, deportes, radionovelas, franjas de opinión y horas de humor.

Aparece una radio muy pulcra para un público exigente y por esa razón era conducida mediante voces bien moduladas y la perfección idiomática en la presentación de los contenidos.

Las radio novelas cautivaron al público y con sus narraciones estimularon la imaginación.

Los programas musicales le difundieron el repertorio colombiano.

Hubo emisoras especializadas en la difusión de música de antaño, baladas y bailable.

A la par de las cadenas comerciales, coexisten emisoras independientes, algunas promotoras de la cultura, por ejemplo, la Emisora Carvajal, especializada en música clásica.

Radio Sutatenza, fomenta el liderazgo campesino.

El Gobierno Nacional, que impartía educación pública en poca cobertura, sobre todo en el campo, optó por las campañas de alfabetización y el bachillerato por radio.

Memoria histórica

La radio, desde sus inicios, es registra de memoria histórica porque es el medio más compenetrado y comprometido con la comunidad.

Aparecen programas radiales de servicio social, por ejemplo, “La Voz del Prójimo”, del reverendo Alfonso Hurtado Galvis.

En momentos de conflicto la radio sirvió de intermediadora entre el Gobierno y los ciudadanos, como en los días trágicos de abril de 1948, que fue aprovechada por el presidente Mariano Ospina Pérez para hablarle al país.

El público desde apartados lugares escuchó en directo, a través de la radio, las transmisiones de las famosas defensas penales desde los tribunales judiciales donde brilló la voz de Jorge Eliecer Gaitán.

La radio registró momentos cruciales de aquellos hechos definitivos en la historia, como por ejemplo, cuando el presidente chileno Salvador Allende, originando desde el Palacio de La Moneda a través de Radio Magallanes, pronunció sus últimas palabras.

En Colombia, cuando la toma del Palacio de Justicia, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, magistrado Alfonso Reyes Echandía, a través de su llamada telefónica enlazada por una emisora, le solicitaba al presidente Belisario Betancourt que diera la orden de cese del fuego.

Onda imprescindible

A pesar del papel de la televisión, la radio continúa como la onda irremplazable e imprescindible en la comunicación, por ejemplo, en las vueltas de ciclismo y en los partidos de futbol el público no se conforma con solo ver las imágenes servidas por el satélite, sino que también enciende la radio para escuchar las narraciones en las voces agiles de los locutores.

En el Día Mundial de la radio, las ondas hertzianas siguen despertando la humanidad.

Hay que depurar la frivolidad, la vulgaridad, el escándalo y la difusión de contenidos ofensivos.

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