Cali, octubre 28 de 2024. Actualizado: lunes, octubre 28, 2024 00:11

Puntadas que conectan comunidades y naturaleza

Tejido Social: El planisferio en crochet que se luce en la COP16

Tejido Social: El planisferio en crochet que se luce en la COP16
jueves 17 de octubre, 2024

Por: Rosa Maria Agudelo Ayerbe

He seguido desde el primer “granny” el proyecto del Tejido Social, y sinceramente, no sé qué me emociona más: la belleza del tapiz en el que se convirtió la idea, las historias que se contaron en torno a él, las vidas que se unieron o el tejido social que se construyó a lo largo de estas semanas.

Han sido tres meses espectaculares, en los que unimos hilos y sueños para culminar un tapiz majestuoso que, debo admitir, me parecía imposible de lograr al principio.

Hoy, esa obra puede ser admirada por todos. Los invito a verla en el hermoso edificio Coltabaco, a disfrutar de la compañía de las tejedoras que hicieron esto posible y, por qué no, a tejer un “grannie” por la biodiversidad.

Descubre las historias detrás de cada puntada, conoce las tejedoras y sus motivos para participar:

 

Tejido Social Un regalo en crochet para la COP16

Tejido Social: Un hermoso mapamundi de 8 metros de ancho por 5 de alto, que pesará más de una arroba, será un homenaje al medio ambiente y un testimonio de la fuerza del trabajo colectivo.

Publicado por Diario Occidente en Viernes, 23 de agosto de 2024

 

Origen e inspiración del proyecto

El proyecto “Tejido Social por el Medio Ambiente” nació con una noticia: la COP16 se celebraría en Cali.

La artista Amelia Rosa Marín, apasionada por el arte y la moda, vio en este evento una oportunidad única para unir a los colombianos en torno a un mensaje común: la protección del planeta. Inspirada por las enseñanzas de su madre y abuela, decidió llevar a cabo una obra que reflejara el talento artesanal de Colombia y el poder de las técnicas ancestrales del tejido.

“Quería crear algo que no solo fuera hermoso, sino que también uniera a la gente en un esfuerzo colectivo por la vida en nuestro planeta,” comparte Amelia Rosa, al explicar su motivación para el proyecto. Lee más sobre la creación de este planisferio aquí

Características de la obra: un mapa del mundo en crochet

El resultado de esta visión fue un impresionante planisferio de 10 metros de ancho por 5 metros de alto, elaborado con 4.482 piezas de crochet conocidas como “grannies”.

La forma hexagonal de los “grannies” fue elegida como homenaje a las abejas y su papel fundamental en la conservación de la biodiversidad.

Los colores azul y verde representan los océanos y la vegetación del planeta, subrayando la importancia de proteger nuestros recursos naturales

Durante tres meses, tejedoras y tejedores de todo el país aportaron su talento para crear esta obra monumental, que simboliza la urgencia de actuar juntos por el medio ambiente.

Las fotos del proceso muestran la dedicación y coordinación necesarias para construir este testimonio colectivo de unidad.

 

 

 

La artista: Amelia Rosa Marín

Tejido Social: El planisferio en crochet que se luce en la COP16

Amelia Rosa Marín es una artista caleña con una amplia trayectoria en la moda y las artes plásticas. Desde pequeña se sumergió en el mundo del tejido, rodeada de máquinas de coser, telas e hilos.

A lo largo de 25 años, ha enseñado técnicas de crochet y bordado a personas de todas las edades. Su espacio, “El Taller de Ame”, se ha convertido en un refugio para quienes buscan aprender y encontrar bienestar a través del arte.

Amelia ve el tejido como una herramienta terapéutica y un medio para conectar con los demás. “El tejido puede cambiar vidas; es un acto de amor, creatividad y sanación,” expresa al hablar de su compromiso con la comunidad.

El proyecto “Tejido Social” es un ejemplo de cómo el arte puede fortalecer la comunidad a través de metodologías cocreativas, donde la participación y la creación conjunta generan un espacio de conexión y propósito común.

Las mujeres que participaron aportaron sus habilidades y perspectivas, dando vida a la obra artística y reflejando diversidad, talento y sentido de pertenencia.

Algunos estudios han evaluado el impacto del arte como herramienta de tejido social. ¿Quieres saber más como el arte ayuda a tejer sociedad? Haz click aquí.

Las Tejedoras: mujeres de hilos y sueños

Más de 300 mujeres de diferentes regiones de Colombia, así como algunas tejedoras de España, Estados Unidos y Alemania, se unieron a este proyecto.

La diversidad de edades y habilidades representa la riqueza cultural del país. Para muchas de ellas, el tejido es más que una actividad; es un espacio de conexión, empoderamiento y tradición.

Tejido Social: El planisferio en crochet que se luce en la COP16

“El tejido para mí es armonía, paz y tranquilidad,” comparte Matilde Correa, una de las tejedoras de Cali. “Me apasiona y me hace feliz.”

Estos testimonios reflejan cómo “Tejido Social” ha sido un viaje personal y colectivo para cada participante.

El Papel de los hombres en el proyecto

Tejido Social: El planisferio en crochet que se luce en la COP16
Aunque la mayoría de los participantes fueron mujeres, los hombres también jugaron un papel importante.

Solo cuatro hombres tejieron directamente, pero muchos se convirtieron en promotores del proyecto. Los hijos de las tejedoras, por ejemplo, fueron fundamentales al motivarlas a retomar el crochet, llevarles los materiales y acompañarlas en esta iniciativa colectiva.

Este proyecto demuestra que la solidaridad no tiene género, y el tejido se convierte en un acto de amor y apoyo compartido.

“Uno de los momentos más simpáticos del proyecto fue la llamada de un señor faltando muy pocos días para culminar. Me contó angustiado que su hijo lo tenía “loco” con el mapamundi de crochet y que él no le había entendido bien que cual era el tema hasta que había visto de nuevo una nota del periódico. Me pidió el favor de que lo recibiera en el taller y a los dos días recibimos la visita de Samuel, un alegre tejedor de 11 años que nos llevó dos granies y nos ayudó a unir varios de ellos” contó Amelia.

 

 

 

El Sentido de Tejer: Una experiencia emocional y colectiva

Para las participantes, tejer es un puente entre generaciones, una forma de terapia y una herramienta para sentirse parte de algo más grande.

El proyecto “Tejido Social” reunió a mujeres de distintas edades que encontraron en el crochet una forma de compartir sus historias, sentimientos y sueños.

“Tejer es pertenecer. Cuando tejemos en grupo, creamos lazos de amistad y apoyo mutuo,” dice Margarita Rodríguez. “El tejido puede transformar nuestras vidas y el mundo, un punto a la vez.”

Estos testimonios demuestran que el crochet va más allá de la simple creación de objetos; se convierte en un acto de conexión y empoderamiento. Lee más aquí sobre cómo el crochet se convierte en una experiencia transformadora

Estudios recientes han destacado los beneficios del crochet como terapia. Según “Happy Hookers”, un estudio realizado por las doctoras Pippa Burns y Rosemary Van Der Meer, crochetear puede reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.

Otro estudio, “Once vueltas y muchas más”, mostró cómo el tejido brinda propósito y pertenencia a personas con discapacidad visual.

En el proyecto “Tejido Social”, el crochet se convirtió en un refugio emocional para las tejedoras, ayudándoles a conectar consigo mismas y con su entorno.

Esta iniciativa ha demostrado ser una plataforma para mejorar el bienestar emocional y promover el cambio social a través del arte.

Tejiendo lazos comunitarios y patrimonio ancestral

Uno de los momentos más emocionantes del proyecto fue la vinculación de Restrepo, Meta. Apoyados por la gobernación del departamento se llevó a cabo una jornada masiva de tejido en la que participó incluso uno de los cabildos indígenas del departamento.

A lo largo de la iniciativa otros cabildos enviaron material. ¿Por qué esta acogida tan diversa?

El crochet es una tradición con profundas raíces en Colombia. Comunidades indígenas como los muiscas y zenúes han utilizado técnicas de tejido durante siglos, creando piezas que reflejan su identidad y relación con la naturaleza.

El proyecto “Tejido Social” recoge este legado, fortaleciendo la memoria colectiva y promoviendo un mensaje de cuidado por el medio ambiente.

La práctica del “umna” en la cultura Nasa, por ejemplo, representa la conexión entre la naturaleza, el territorio y la vida humana.

Cada puntada en el tapiz del proyecto refleja esta visión ancestral de respeto y armonía con el entorno. Conoce aquí cómo el Meta se unió al proyecto

Sigamos tejiendo por la biodiversidad: Homenaje al Pacifico, el nuevo reto

Después de regalar a Cali un planisferio lleno de simbolismo durante la COP 16, “Tejido Social” se embarca en un nuevo reto: crear un mapa de Colombia de 3 metros de alto por 2,5 metros de ancho, compuesto por 1.500 “grannies”.

Este mapa será tejido con la ayuda de los asistentes a la próxima COP, en jornadas masivas de tejido que se realizarán durante 10 días en el edificio de Coltabaco.|

El objetivo final es entregar el tapiz a Buenaventura como homenaje a todo el Pacifico Colombiano, un territorio rico en biodiversidad.

Un mapa de Colombia, homenaje el Pacifico

La región Pacífico de Colombia es una de las regiones más biodiversas del mundo. Esta región es el hogar de una gran variedad de especies animales y vegetales que no se encuentran en ninguna otra parte del país.

Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño son los departamentos que conforman el pacifico de nuestro país.

La región tiene una superficie de aproximadamente 146.000 km². Esta región es conocida por su increíble belleza natural, así como por su diversidad étnica y cultural.

El Pacífico colombiano es una tierra de maravillas naturales que va desde los manglares de Tumaco y los paisajes fluviales de Guapi, hasta los bosques de Buenaventura y la biodiversidad única de Nuquí.

Municipios como Timbiquí. Lopez de Micay, El Charco, Istmina, Bahía Solano y por supuesto Quibdo son algunos de los tesoros de esta región, cada uno con una cultura vibrante y una belleza natural inigualable.

Un ecosistema muy importante de la región Pacífica son los manglares, que se encuentran en la costa y en las desembocaduras de los ríos.

Los manglares son una zona de transición entre los ecosistemas terrestres y marinos, y albergan una gran cantidad de especies de peces, crustáceos y aves. Entre las especies más destacadas se encuentran el cangrejo violinista, el mangle negro y la garza real.

Además de estos ecosistemas, la región Pacífica cuenta con una gran cantidad de hábitats, como las playas y los estuarios, que albergan especies como el delfín nariz de botella y el pelícano pardo. También se pueden encontrar lagunas y ríos que son el hogar de especies endémicas como la rana de vidrio y el pez arcoíris

¡Sigue haciendo “grannies”! No pares de tejer por el Pacifico y la biodiversidad. Este proyecto nos recuerda que cada puntada cuenta y que, juntos, podemos construir un futuro más sostenible para nuestro país. 🧶💚 #TejidoSocial #Biodiversidad # Pacifico

Tejer no solo significa entrelazar hilos, sino también sueños y propósitos compartidos. Creo firmemente que iniciativas como esta nos invitan a tejer un futuro más consciente, en el que cada puntada cuenta y simboliza nuestro compromiso con la comunidad y el medio ambiente.

Para conocer más sobre mi visión de este tipo de proyectos, puedes leer mi columna “Tejiendo Futuro” aquí.

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