¿Hasta que el sexo nos separe? ¿Ni contigo ni sin ti? Así no se cierra un ciclo legalmente

Por Ángela María Caicedo
Abogada, Conciliadora y Comunicador Social-Periodista

En Colombia, el divorcio no siempre comienza con un abogado, sino con un portazo, un “me voy” y una maleta mal hecha.

Muchas parejas optan por lo que yo llamo una “separación tácita”, donde uno duerme en el sofá, el otro en la cama, y eventualmente uno de los dos se va de la casa.

No hay papeles, no hay juez, pero hay distancia. Y claro, hay frases estándar como “es que necesito cerrar el ciclo” o “estamos dándonos un tiempo”.

Lo cierto es que, sin saberlo, están escribiendo los capítulos de una nueva serie: “Hasta que el sexo nos separe”.

La Corte Suprema de Justicia, con la sentencia SC3085-2024, aclaró una situación que venía generando muchos enredos: si una pareja casada deja de convivir por más de dos años, sin reconciliación de por medio, la comunidad de gananciales se acaba.

Fin. Cada quien se hace cargo de lo que compra, construye o hereda desde ese momento. Y si alguno de los dos empieza una nueva relación estable, incluso puede conformar una unión marital de hecho con otra persona, abriendo paso a una nueva sociedad patrimonial.

Ahora, vamos al caso de Laura y Alejandro.

Una historia que tiene de todo: amor, desamor, emprendimiento, contacto físico intermitente y muchas preguntas jurídicas sin resolver.

Laura y Alejandro estuvieron casados por más de diez años. Tuvieron buenos momentos, viajes, una perrita llamada Moka y hasta un apartamento con crédito hipotecario compartido.

Pero como pasa en muchas relaciones, un día la magia se fue. O al menos se escondió tan bien que ni con GPS aparecía. Las discusiones eran el nuevo lenguaje del hogar.

Él pasaba más tiempo en el trabajo y ella empezó a buscar paz en los documentales sobre meditación.

Un día, Laura tomó una decisión radical. Se fue a una pequeña ciudad turística del Valle del Cauca. Allí montó un eco hotel encantador, con hamacas, menú vegetariano y talleres de sanación emocional.

Tenía todo para renacer: un nuevo look, cuenta de Instagram inspiracional y hasta playlist para “cierre de ciclos”.

Pasaron dos años y un día me llamó. “Necesito divorciarme”, me dijo. “Hace rato no convivimos, ya es tiempo de formalizar esto”.

Yo, abogada experimentada en temas del corazón y del código civil, le hice una pregunta que parecía inocente: “¿Y han tenido alguna relación íntima en este tiempo?”. Silencio. Risa nerviosa.

Y luego: “Sí… unas cuantas veces. Es que la química no se fue del todo”.

Y es aquí donde la ley y el deseo se cruzan en una rotonda peligrosa. Porque si bien el artículo 1820 del Código Civil exige que la convivencia debe haber cesado por más de dos años para terminar la sociedad conyugal, esa “convivencia” no se limita a compartir el mismo techo.

La Corte ha interpretado que la intimidad, incluso ocasional, puede constituir una reanudación tácita de la convivencia. En otras palabras, si sigues teniendo sexo con tu ex, la comunidad de gananciales sigue vivita y coleando… y lo que compres, heredes o construyas podría seguir siendo parte de la sociedad conyugal.

Y claro, mientras Laura construía su eco hotel, Alejandro también estaba rehaciendo su vida. Conoció a Camila, una artista plástica que le cambió los cuadros de la casa y la perspectiva del amor.

Vivían juntos, compartían gastos y proyectos. ¿Suena a unión marital de hecho? Pues sí. Y legalmente, eso implica que Camila podría tener derecho sobre el nuevo patrimonio de Alejandro.

Ahora imagina el enredo: una sociedad conyugal aún viva por culpa de unas “recaídas” sexuales y afectivas, cruzada con una sociedad patrimonial de hecho con una nueva pareja.

Y así, entre hojas de te y velas aromáticas, Laura entendió que no bastaba con alejarse: había que cerrar el ciclo en serio. Con firma, abogados y claridad. Porque la paz emocional también necesita paz legal.

LLAMADO A LA ACCIÓN!!!

Si tú también estás en esa relación zombie que ni vive ni muere, este es el momento perfecto para aclarar tu situación legal.

No esperes a que pasen años y descubras que tus bienes o nuevas relaciones están en el limbo jurídico.

Si estás separado de hecho y no sabes qué implicaciones tiene esto en tus bienes, tus derechos o tus próximas decisiones de pareja, escríbeme hoy mismo al WhatsApp (316) 2124646 y resolvámoslo juntos.

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MORALEJA JURÍDICA:

La sentencia SC3085-2024 de la Corte Suprema no es solo un tecnicismo: es una herramienta de protección para quienes, por las razones que sean, no formalizaron su divorcio pero reconstruyeron su vida.

Sin embargo, también es un recordatorio de que la “no convivencia” debe ser real, constante y sin recaídas romántico-sexuales. La ley protege, pero no adivina. Y tener claridad legal es también una forma de amor propio.

PROTEGE TUS DERECHOS

Tu patrimonio, tu futuro y hasta tu tranquilidad emocional dependen de decisiones que hoy parecen incómodas, pero que mañana te evitarán dolores de cabeza (y de bolsillo).

Evita los riesgos de convivencias ambiguas o uniones de hecho mal entendidas. Agenda ya una consulta personalizada. Te acompaño en este proceso con profesionalismo, calidez… y sí, un toque de humor para que el derecho no sea un drama.

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ÁNGELA MARÍA CAICEDO

Abogada, Conciliadora y Comunicador Social-Periodista
Escritora Apasionada y Exploradora del Conocimiento Jurídico.

📍 Cali-Colombia

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Acerca de Mí:

¡Hola! Soy Ángela María Caicedo, comunicador social-periodista, Abogada y Conciliadora y me encanta sumergirme en el fascinante mundo de la escritura y el descubrimiento.

Como apasionada de los temas jurídicos, mi objetivo es compartir ideas, inspiración y conocimiento a través de mis palabras.

Y aunque parezca que los abogados nos expresamos con un lenguaje de otro planeta, es nuestra responsabilidad acortar la brecha comunicativa entre abogados y no abogados, teniendo en cuenta que ambos lenguajes tanto el jurídico como el común coexisten.

También como abogada conciliadora de la organización sin ánimo de lucro “Convivencia Ciudadana” me apasiona acompañar a las personas en el proceso de buscar soluciones pacíficas a sus problemas y que sea un ‘gana-gana’ para las partes, porque otro tipo de justicia es posible.

Por eso este espacio es mi plataforma para conectar contigo.

Mis artículos están diseñados para informar, entretener y desafiar tus pensamientos.

¡Espero que los disfrutes!

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