Cali marchó en silencio y exigió respeto en medio de la crisis de seguridad

En medio de un clima nacional marcado por la preocupación ciudadana frente al orden público, miles de caleños se volcaron a las calles este domingo para participar en la Marcha del Silencio, una movilización convocada por diversos sectores de la sociedad civil como un acto simbólico de protesta pacífica y exigencia de respeto a los derechos fundamentales.

La marcha, que inició a las 9:00 de la mañana en el Parque Panamericano (también conocido como Parque de las Banderas), recorrió la Calle 5ª y culminó al mediodía en la Plazoleta Jairo Varela, frente al Centro Administrativo Municipal (CAM).

Durante todo el trayecto, los manifestantes avanzaron en completo silencio, portando camisetas blancas, pancartas y banderas, en un mensaje de unidad y rechazo a la violencia.

El alcalde de Cali, Alejandro Eder

celebró el carácter ejemplar de la jornada. “Hoy Cali vivió una marcha multitudinaria y pacífica. El silencio fue el lenguaje de una ciudadanía que exige respeto. Como alcalde, celebro que en nuestra ciudad las libertades se ejerzan con garantías. La democracia se honra cuidando todas las voces”, expresó el mandatario distrital en una declaración oficial.

La movilización contó con el acompañamiento permanente de la Administración Distrital, que activó desde tempranas horas un Puesto de Mando Unificado (PMU) con presencia de organismos de seguridad, salud y atención a emergencias, con el fin de garantizar el desarrollo seguro de la jornada.

“Desde el PMU reportamos total normalidad con el desarrollo de la movilización social. Gracias a los caleños por esta marcha tranquila y segura el día de hoy. Es un ejemplo de cómo se puede ejercer el derecho a la protesta sin alterar la convivencia”, destacó Jairo García Guerrero, secretario de Seguridad y Justicia de Cali.

A lo largo del recorrido, se evidenció la participación de diversos sectores:

ciudadanos de a pie, organizaciones sociales, académicos, empresarios, colectivos culturales y representantes de comunidades religiosas.

Todos unidos bajo un mismo mensaje: la defensa de la vida, la institucionalidad y el rechazo a todo tipo de intimidación o coacción armada en los territorios.

La Marcha del Silencio se realizó en un contexto de creciente preocupación por la situación de orden público en el suroccidente colombiano, donde se han registrado más de 20 atentados armados en lo corrido del mes.

Frente a ello, la ciudadanía caleña eligió el camino del civismo y la movilización no violenta para expresar su inconformidad y clamar por paz.

“Este es un momento crucial para nuestra ciudad y nuestra región. Lo que hoy vivimos es una respuesta serena, pero firme, de una ciudadanía que no se rinde ante el miedo. Cali sigue creyendo en la democracia, en el diálogo y en la esperanza”, expresó Adriana Giraldo, quien hizo parte de la marcha.

Las autoridades reiteraron el llamado a mantener el respeto por los mecanismos institucionales y a rechazar cualquier forma de violencia.

Asimismo, la Alcaldía de Cali ratificó su compromiso con el fortalecimiento de los canales de participación ciudadana y la garantía plena de los derechos constitucionales.

La jornada concluyó sin alteraciones del orden público y fue valorada por analistas locales como una de las expresiones más contundentes de unidad y civilidad que ha vivido la ciudad en los últimos años.

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