Una radiografía a la calle

Cuando me topé con Evelyn Alexandra, una habitante de calle de la ciudad, me sorprendí por dos cosas: la primera fue su sinceridad y la segunda fue su aspecto, pues a pesar de tener 21 años, parece que tuviera 40, ahí constaté que la calle y las drogas son una mezcla que acaba con la vida de cualquiera.

“Llevo tres años en el mundo de las drogas y vivo en la calle apenas desde hace año y medio. Estuve tres años en la cárcel por vender bazuco, por darle de comer al jíbaro y robar”, comentó Evelyn.

En este momento en Cali existen registrados 5.723 habitantes en condición de calle, mientras que en el año 2017 se censaron a 4.000, un aumento de 1.723.

La mayoría de estos ciudadanos son provenientes de Cali, Cauca, Antioquía y otros departamentos

Las situaciones por las cuales una persona cae en la calle son varias, por lo general una mezcla de sucesos catastróficos y una mala racha, pueden desencadenar en el uso de las drogas.

Este es precisamente el caso de Evelyn, que cuando todo se le vino abajo, pensó que con las drogas se iba a levantar y a comerse al mundo, pero el mundo se la comió a ella.

Así cayó en las drogas
“Mi mamá tenía cáncer y toda mi familia quería quitarme a mi hijo, nadie me daba trabajo por haber estado tres años en la ‘cana’. Mi mamá murió, Bienestar Familiar se llevó a mi hijo y caí por completo en la calle”, comentó.

Evelyn, una chica transgénero, es trabajadora sexual desde que tenía 14 años y consumidora de pasta base, o lo que se conoce en la calle como bazuco, “Yo en la calle compro lo que llaman bomba, por 25 mil pesos te dan 50 cachos de bazuco”.

Cuando le pregunté cuánto le duran los 50 cachos, con una sonrisa mezclada con tristeza me respondió “No me duran ni 45 minutos, siempre quiero más y más”.

De toda la población censada en este 2018, se determinó que el 80% son consumidores activos de drogas, esta es la primera causa de indigencia en Cali.

“En la calle se peligra mucho, la homofobia es complicada. Una vez un man me llevó al barrio samán y por robarme me pegó cuatro puñaladas en la espalda porque no le quise entregar la cartera ni el bazuco”, relató Evelyn.

Evelyn tiene familia en Ibagué y Neiva pero la abandonaron por completo. De vez en cuando la buscan para visitarla, pero no es muy frecuente.

Ella no ve a su hijo desde hace años, pero se refugia en la “tranquilidad” y el olvido que le causa el bazuco.

¿Qué hace la Alcaldía?
Evelyn acude a los recorridos que hace el dispositivo móvil de la Alcaldía, este es un bus que cuenta en su interior con espacio para una consulta con médico general, odontología, un lugar de escucha con psicólogos y zonas de aseo personal.

Además, les entregan almuerzo, ropa y refrigerios a los habitantes en condición de calle que se acerquen.

Para Esaúd Urrutia, secretario de Bienestar Social de Cali, estos espacios son importantes, puesto que se le brinda apoyo a esta población que es vulnerable: “Contamos con un bus extramural, aquí el habitante de calle viene, lo caracterizamos, lo atendemos, le brindamos higiene personal. Ubicamos el servicio en varias zonas de Cali y grupos de sensibilización los buscan y los convencen de participar”.

De los 5.723 ciudadanos en situación de indigencia que viven en Cali, este año se han ceñido a las atenciones mencionadas anteriormente un total de 5.500 y del dispositivo móvil de atención se han beneficiado a 2.500.

Es cada vez más común que en varias zonas alejadas del centro de Cali se evidencie habitantes en situación de calle, durmiendo en zonas residenciales, Esaúd Urritia explicó esta situación: “En la medida en que la ciudad va renovándose y la ciudad va cambiando, los habitantes de calle van buscando otros sitios de permanencia para estar tranquilos”, concluyó el Secretario.

La inversión destinada de la Alcaldía para la atención de esta población en 2017 fue de 4.181 mil millones de pesos, mientras que para este año se dispusieron un total de 5.491 mil millones de pesos, un aumento de 1.310 mil millones de pesos.

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