Cárcel a exministros Bonilla y Velasco

Por su presunta participación en el direccionamiento de contratos de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y del INVIAS con el fin de obtener apoyos de congresistas, el Tribunal Superior de Bogotá ordenó la detención preventiva en centro carcelario de los exministros de Hacienda, Ricardo Bonilla, y del Interior, Luis Fernando Velasco.

La decisión fue adoptada por la magistrada Aura Alexandra Rosero Baquero, quien consideró que existen suficientes elementos probatorios para inferir la autoría y participación de los exfuncionarios en un entramado criminal de alto nivel.

Mientras la Fiscalía había pedido detención domiciliaria, la magistrada estimó que esta medida resultaba insuficiente frente a la gravedad de los delitos investigados y el impacto institucional de los hechos.

Según el fallo, Bonilla y Velasco habrían hecho parte de un “pacto criminal” gestado desde el alto gobierno, mediante el cual se utilizó el trámite de las reformas pensional y de salud como pretexto para consolidar una organización ilegal que permeó las ramas ejecutiva y legislativa.

Gobernabilidad

La Fiscalía sostuvo en argumento acogido por el Tribunal, que los exministros encabezaron una estructura que convirtió a la UNGRD y al INVIAS en una “caja menor” para el pago de coimas a congresistas a cambio de votos que garantizaran gobernabilidad.

El ente acusador señaló que se habrían direccionado 74 contratos en el INVIAS y cinco en la UNGRD, por un valor superior a los 612 mil millones de pesos, de los cuales al menos siete proyectos se concretaron.

Lo que inicialmente apareció como un caso aislado —el de los 40 carrotanques para La Guajira— terminó destapando una red de corrupción mucho más amplia según señalan las investigaciones.

Para la magistrada, fueron determinantes los testimonios de Olmedo López, Sneyder Pinilla y María Alejandra Benavides, quienes permitieron inferir que Bonilla y Velasco serían “cabezas” dentro de la estructura ilegal.

Además, advirtió que la red criminal no ha sido desmantelada en su totalidad y que persisten riesgos dinámicos para el proceso judicial.

El presidente Gustavo Petro reaccionó defendiendo a Ricardo Bonilla, a quien calificó de “ingenuo”, y evitó referirse a Velasco.

No obstante, el escándalo ya salpica a figuras cercanas al Ejecutivo y profundiza la crisis política alrededor del caso UNGRD, uno de los más graves de los últimos años.

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